El estupor provocado en Asturias con los presupuestos del Estado para 2016 ya contaba con el precedente de la sorpresa recibida por las cuentas del año 2014, cuando la inversión estatal se desplomó en nuestra región más que en cualquier otro territorio. Dos batacazos, separados por un solo año de tregua, obligan a sacar conclusiones. […]