Homenaje socialista en Llanes al veterano y fiel turista del concejo, Alfredo Pérez Rubalcaba. A cuarenta días de los comicios, el acto se convirtió en un mitin preelectoral. Javier Fernández descalificó la iniciativa de los partidos de la derecha de concurrir en una sola candidatura a las urnas. Las frases que se pronuncian en los mítines deben relativizarse, porque el marco está reñido con el rigor y las formulaciones simples y maniqueas son las que tienen más éxito. Ante un grupo de forofos no se puede hablar de fútbol con objetividad. Algo así pasa en los mítines.
El presidente del Principado dijo que la candidatura de PP y Foro es incompatible con la regeneración política. No creo que las listas al Congreso de los Diputados y al Senado de los distintos partidos estén formadas con el objetivo de lograr la regeneración política. Puestos a matizar, lo único que hay que pedirles en esa materia es que sus miembros no estén enredados en asuntos de corrupción y que haya una saludable renovación de nombres. En esos dos aspectos, la candidatura conjunta de PP y Foro es como las demás. Javier Fernández considera grave que los dos grupos se hayan aliado tras cuatro años de tirarse los trastos a la cabeza. Si al empezar el año nos lo hubieran dicho, nadie lo habría creído, pero los cambios de ciento ochenta grados en política no constituyen una originalidad de Cherines, Cascos, Coto, etcétera. El presidente del Principado sabe que en la sesión de investidura en la Junta General del Principado, los diputados de Foro votaron sorprendentemente a Mercedes Fernández. Alguien de la experiencia política de Javier Fernández debería haber deducido que el voto de la investidura significaba un punto de inflexión en las relaciones entre PP y Foro. El abandono voluntario de Álvarez-Cascos de la representación institucional y de la presidencia de su partido cobraba a la luz de lo sucedido en la sesión de investidura todo su valor. Un ciudadano medio no capta esas sutilezas, pero un presidente autonómico entiende rápidamente el sentido de esas novedades.
Si alguien se rasga las vestiduras por la alianza electoral de los dos grupos de la derecha, también debería haber quedado escandalizado por la entente parlamentaria habida entre PSOE y PP en los pasados cuatro años. Unas veces para bloquear al Gobierno de Cascos y otras para dar oxígeno y viabilidad al Gobierno de Javier Fernández. Los hechos son inamovibles.