Mercedes Fernández compareció en calidad de testigo ante la jueza del “caso Aquagest”. Este sumario está causando estragos en el PP regional, ya que Iglesias Caunedo, ex alcalde de Oviedo y actual líder de la oposición, Manuel Pecharromán, ex portavoz en el Ayuntamiento de Gijón, Joaquín Aréstegui, ex presidente de la organización popular en Avilés, y Joaquín Fernández, ex vicesecretario de comunicación del PP asturiano, aparecen como imputados (se ha procedido a una renovación del etiquetado, y los imputados de toda la vida se denominan, ahora, “investigados”, que parece un apelativo menos grave. La razón del cambio reside en el creciente número de políticos que pasan por los tribunales por actuar como chorizos. Si los imputados en masa fueran ingenieros agrónomos, taxistas o periodistas no se hubiera cambiado la denominación. Estas profesiones no tienen “pena de telediario”).
Al parecer, Mercedes Fernández salía citada en las conversaciones telefónicas intervenidas a Joaquín Fernández, el conseguidor de la trama, que hacía presuntamente de abrelatas en las relaciones de la empresa con las instituciones municipales. De ahí el interés de la jueza por oír su testimonio. Un hermano de la lideresa del Partido Popular fue contratado durante un tiempo por Aquagest. Durante el interrogatorio se desveló que en la contratación intervino Joaquín Aréstegui como mediador. A perro flaco todo son pulgas. ¿Tenía Aréstegui capacidad de influencia en la empresa del agua para que contrataran a una persona propuesta por él? Imagino que esta pregunta y otras similares quedaran resueltas en el sumario, una vez que hayan pasado todos los investigados y testigos por el juzgado.

La jueza también se interesó por una página web de Isabel Pérez Espinosa, candidata a la Presidencia del Principado en las elecciones autonómicas de 2011, contratada por el PP a un precio desorbitado. En conversación telefónica intervenida, el conseguidor decía que costó 25.000 euros y se podía haber hecho por 3.000. Mercedes Fernández señaló que cuando llegó a la presidencia se topó con una situación contable caótica y que tuvo que pagar facturas hinchadas para evitar pleitos. Tremendo ¿Quién era el responsable del desmadre en la contabilidad? ¿Qué haría Cristóbal Montoro con una empresa que tuvieran las cuentas hechas unos zorros? El “caso Aquagest” va a provocar una renovación integral en el PP regional.