La reforma electoral va a discutirse en el Parlamento. El proyecto será sometido a consideración de los diputados por la presión de IU sobre el Gobierno socialista, ya que es uno de los compromisos alcanzados entre esas dos fuerzas de izquierda ante la sesión de investidura de Javier Fernández. Se parece mucho –por no decir que es idéntico- a la propuesta negociada en la anterior legislatura por PSOE IU y UPyD. En aquella ocasión el asunto quedó encallado porque los socialistas dijeron que para votarlo necesitaban el apoyo de alguno de los dos grandes grupos de la derecha (PP y Foro). La reforma quedó varada y la mayoría de centroizquierda (PSOE-UPyD-IU) saltó por los aires, poniendo fin al periodo feliz de Javier Fernández al frente del Principado. En la actual legislatura, con sólo 14 diputados, los socialistas no están en condiciones de imponer condiciones extra.
La propuesta plantea la exigencia de elecciones primarias en los partidos para elegir candidatos, la introducción de listas abiertas, la posibilidad de votar en una urna con anticipación a la fecha electoral (además del voto por correo) y el mantenimiento de las tres circunscripciones (oriental, central y occidental) pero con un mecanismo corrector que aumenta la proporcionalidad del voto. La aplicación de la fórmula de las tres circunscripciones impidió que los partidos pequeños, como IU, obtuvieran un número de escaños que estuviera en consonancia con los votos recibidos en toda la región.
A falta de conocer lo que aporte el debate parlamentario las posiciones de partida están definidas: PSOE, IU y Ciudadanos (este partido asume la postura mantenida por UPyD) apoyan el proyecto, mientras que PP y Foro son críticos con el mismo. La incógnita es Podemos, que será el grupo que termine por decantar la correlación de fuerzas hacia un lado o hacia el otro. Parece que Podemos no es contrario al mantenimiento de las tres circunscripciones, pero no quiere saber nada de votos anticipados en urnas, porque es más complejo mantener la limpieza del escrutinio. Estoy totalmente de acuerdo. Todavía está en la mente de todos aquellas sacas del voto emigrante que decidieron la mayoría parlamentaria en el anterior mandato. Y, además, Podemos valora poner el límite de dos legislaturas para permanecer en la Junta General del Principado. Esta última condición trunca la carrera política de los diputados. Lastra afila las réplicas.