Los gobiernos autonómicos están en plena resaca tras el año electoral, con la caja sin dinero y el archivador lleno de facturas. Como siempre que están en dificultades, pican a las puertas del Ministerio de Hacienda para que les preste ayuda. Con las últimas medidas tomadas por Rajoy y Montoro, no hay riesgo de que una región quiebre, porque el Estado le prestará todo el dinero que haga falta sin cobrar ni un euro en concepto de intereses: los barones autonómicos sí que gozan de Estado del Bienestar, a diferencia de los ciudadanos que no tenemos ni de lejos ese nivel de protección. Aprovecho para decir que no entiendo cómo los chicos de Podemos, tan amigos de ahondar en los contrastes entre ricos y pobres –“los bancos rescatados, los ciudadanos saqueados”-, no ponen ejemplos con la forma de gastar y de vivir de los ejecutivos autonómicos, con el riñón bien cubierto, frente al desamparo de millones de personas sin empleo o con sueldos de miseria.
Todas las comunidades autónomas han pedido un adelanto a cuenta de la liquidación del ejercicio de 2014. Por primera vez desde el inicio de la crisis económica, ese año se recaudó más dinero del previsto por la Agencia Tributaria, elevándose el superávit a 7.000 millones de euros. Hasta la fecha, el Gobierno ha aceptado la petición de siete comunidades autónomas, entregando 428 millones a Valencia, 350 a Cataluña, 185 a Aragón, 180 a Catilla-La Mancha, hasta llegar a los 60 millones para La Rioja. La suma de los adelantos alcanza los 1.400 millones. El anticipo se concede a los gobiernos autonómicos que sufren manifiestas “tensiones de tesorería”: eufemismo que envuelve la cruda realidad de no poder pagar las facturas. El Principado pidió 148 millones, pero no le han dado nada porque el Ministerio de Hacienda estima que al Gobierno de Asturias no le llega, todavía, el agua al cuello.
La Comisión Europea ha vuelto a poner el ojo en las cuentas de las comunidades autónomas, responsables principales del déficit del Reino de España. Como estamos con un gobierno en funciones, no se toman medidas y el déficit crece todos los meses. Hace falta un gobierno de mayorías –también para esto- que cambie el protocolo del Fondo de Liquidez Autonómica para que se deje de prestar dinero gratis a las regiones, y sea capaz de intervenir en aquellas comunidades que año tras año infringen el ajuste fiscal. Si los hombres de negro visitan Barcelona no habrá desconexión.