Encuentro entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para trasladar la sensación de que hay un clima de entendimiento. Antes de hablar ya estaban de acuerdo en el mensaje y por eso dieron un pequeño paseo por la acera charlando ante un centenar de cámaras. Al parecer les une el baloncesto. Los dos partidos van a negociar sobre un hipotético programa de gobierno, sin tener mimbres para formar gobierno. Iglesias está dispuesto a hablar con Rivera para que se abstenga ante un “gobierno a la valenciana”. El líder de Podemos renuncia a ser vicepresidente del Gobierno de España si los socialistas así lo desean, dejando libre el sillón para que lo ocupe otro dirigente de Podemos. Por su parte, Pedro Sánchez plantea la “vía del 199”, que no es otra cosa que una alusión al número de escaños que sumarían entre PSOE, Podemos y Ciudadanos si se pusieran de acuerdo. El líder socialista se muestra optimista y considera que el fantasma de las elecciones anticipadas se aleja.
Pura gesticulación. Las cuestiones sustanciales siguen igual que estaban en la víspera. Podemos no está dispuesto a llegar a un gobierno tripartito que incluya a Ciudadanos y el partido de Albert Rivera tampoco contempla una alianza con Pablo Iglesias (“no lo apoyaremos ni por activa ni por pasiva”). Sánchez considera innegociable el pacto con Rivera e invita a Iglesias a sumarse al mismo. Sin embargo ha cambiado algo y lo expresó muy bien Pablo Iglesias: “tocaba ceder”. En efecto, el líder de Podemos siente que está en una posición vulnerable y teme la repetición de los comicios. La división interna y la subida de IU en las encuestas rebajan la arrogancia de Iglesias. En realidad, el secretario general de Podemos se lleva desdiciendo desde las pasadas Navidades cuando para empezar a hablar con el PSOE exigía el reconocimiento del derecho de autodeterminación a Cataluña. Luego puso como condición para sentarse a dialogar que el PSOE dejara de negociar con Ciudadanos. Y ahora ya se ha olvidado de sus exigencias, porque tocaba ceder.
La única vía para evitar las elecciones anticipadas vendrá de las sucesivas renuncias de Podemos. Falta más de un mes para que expire el plazo para investir a un candidato y todavía no es posible imaginar hasta donde llegarán las cesiones. Tal vez entiendan que su presencia en el Gobierno no pase de ser testimonial y que el derecho a decidir debe ser aparcado. El resto corre por cuenta de Sánchez, que ya dio ayer una pista.