El Principado acaba de aprobar 370.000 euros para ayudas a emigrantes que viven en Cuba, Venezuela y Argentina. El objetivo es aportar recursos a personas que carecen de unos ingresos mínimos para vivir. El asunto tiene dos dimensiones. Veamos.
Lo primero que destaca de la noticia es el momento en que el Gobierno socialista extiende el cheque: cuando falta poco más de un mes para las elecciones generales. El voto rogado de los emigrantes es un caladero que siempre trabajó con especial esmero el PSOE. En la mente de todos está lo que ocurrió en las elecciones autonómicas de 2012, cuando de las urnas asturianas salió una mayoría de derechas (13 Foro y 10 PP), y al volcar las sacas de votos de América se pasó a un empate entre los dos bloques (derecha e izquierda). Luego, el escaño del centro (UPyD) otorgó el gobierno a los socialistas para que las cosas volvieran en nuestra región a tomar el rumbo tradicional que no hemos abandonado desde entonces. Cualquier cosa menos poder en riesgo el statu quo. La emigración constituye la cuarta circunscripción electoral asturiana, formada fundamentalmente por las colonias de ultramar. Es muy costoso viajar hasta allí para hablar a los emigrantes, así que el partido del gobierno tiene una posición ventajosa para ser la opción electoral preferida. Enviar 370.000 euros a los emigrantes, en este preciso momento, puede producir efecto en las urnas.
La segunda reflexión es más problemática. Nadie quiere abandonar a los emigrantes a su suerte. Es lógico que las instituciones regionales se ocupen de ellos. Ahora bien, aceptar que un ciudadano nacido en Buenos Aires, tras pasarse toda la vida en Argentina -allí nació, allí trabaja, allí formó una familia, allí paga sus impuestos y allí vota-, tenga la condición de emigrante porque un abuelo suyo fuera asturiano, me parece un despropósito. Que a una persona en esas circunstancias tenga que darle una ayuda económica el Principado es disparatado, máxime cuando no tiene dinero para mejorar la comida que se reparte en los comedores escolares o carece de recursos para pagar horas extra que aligeren las listas de espera de la sanidad. Cuando el Principado no tiene medios para hacer frente a necesidades sociales, huelga repartir ayuda a argentinos, cubanos o venezolanos. Las ayudas deben provenir del territorio donde se pagan los impuestos. De estas cosas habría que hablar en el Parlamento, sin miedo a decir la verdad.