El escaso carbón que se extrae de nuestras minas ha servido para poner patas arriba el tablero político asturiano. Del amplio frente (sindicatos, empresarios, ayuntamientos, gobiernos autonómicos) en defensa del carbón nacional se han excluido PP e IU. La no participación de los populares no puede extrañar a nadie, porque el Gobierno de Rajoy tuvo claro desde el principio del mandato que a Bruselas había que ofrecerle algún sacrificio para evitar un ajuste del déficit público más severo. Aunque los mineros hicieron una huelga muy larga y recibieron el aplauso de los madrileños al manifestarse por la capital con sus lámparas encendidas, estaba claro que se trataba de un combate desigual y que el Ejecutivo del PP lo iba a ganar. Las explotaciones de interior están al borde del cierre con la excepción de los pozos de Hunosa que tienen toda la producción vendida a HC Energía. Definitivamente, la noticia no está en el PP, sino en IU.
La renuncia a integrarse en el frente de defensa por parte de IU es un hecho histórico. Es la primera vez que IU, en 30 de existencia como organización política, le da la espalda a los sindicatos mineros y a las comarcas mineras. El argumento utilizado fue ridículo: se trata de una iniciativa electoral. Cómo si IU no hubiese participado en mil movilizaciones antes de las convocatorias electorales. En este asunto confluyen dos cuestiones: la presión de Podemos, un grupo que cree que el sol, el viento y el agua son capaces de abastecer, ellos solitos, de energía a empresas y ciudades, y la impronta de Garzón, muy alejado de la cultura comunista inextricablemente unida en Asturias a la luchas mineras. Estamos en presencia de una ruptura entre las organizaciones sindicales del carbón e IU. Nada volverá a ser igual por muchos gestos que hagan en el futuro los actuales dirigentes de IU. La inhibición de se produce cuando la minería está bajo mínimos; no se hubieran atrevido a dar ese paso hace diez o quince años. A los sindicatos les duele especialmente que el abandono de IU se produzca en el momento en que las térmicas, en manos de las empresas eléctricas, se resisten a quemar carbón nacional. A perro flaco todo son pulgas.
Foro siempre ha defendido el carbón y, en consecuencia, sus críticas hacia el Gobierno del PP fueron constantes. Sin embargo, ahora sólo critica al PSOE, mientras silencia toda referencia crítica hacia el PP. Otra coalición electoral con peajes.