Mariano Rajoy avanzó más contenidos sobre el plan que tiene para la próxima legislatura. El líder del PP quiere plantearle al PSOE un pacto de mínimos que contenga los compromisos con la Comisión Europea, el techo de gasto y los presupuestos del Estado para 2017. El presidente en funciones desea encabezar un “gobierno que pueda gobernar”. Las intenciones de Rajoy son muy razonables. Lograr la investidura sin una mayoría parlamentaria estable es estar condenado a quedar en minoría en votaciones importantes, lo que llevaría a la disolución de las Cortes Generales y nuevas elecciones generales. Una cosa es presentarse a la sesión de investidura y tener el plácet del Congreso de los Diputados para formar gobierno y otra, muy distinta, contar con aliados para sacar adelante las iniciativas de ese gobierno. En Asturias tenemos un ejemplo perfecto de la diferencia que hay entre mayorías de investidura y mayoría de gobierno. Javier Fernández obtuvo la primera y carece de la segunda. Resultado: se ha perdido el primer año de la legislatura autonómica desde la perspectiva de los intereses generales de Asturias. Fernández, Rajoy, o cualquier otro presidente, pueden gobernar mientras no les tumbe una moción de censura, pero una cosa es mantenerse en el poder y otra aprobar presupuestos y hacer reformas.
Es mucho más difícil tener una mayoría parlamentaria estable que contar con apoyos puntuales para ser elegido presidente. Rajoy tiene dificultades para lo segundo, así que lo primero parece inalcanzable. Los argumentos del líder del PP son lógicos, pero para compartirlos precisa de unos aliados que estén dispuestos a comprometerse a fondo con la gobernabilidad de España. Tal vez, Ciudadanos o el PNV entren por esa vía, en caso de prestarse a votar la investidura. Albert Rivera ya lo hizo cuando firmó un pacto con Pedro Sánchez, con un programa de 200 medidas; el PNV siempre está dispuesto al trueque: te apoyo en la Cámara y tú inviertes en el País Vasco y amplias el techo de nuestras competencias. Los socialistas es harto improbable que entren por esa vía. Ya manifestaron su voluntad de liderar la oposición. No están interesados en atarse a programas de gobierno que desarrollen otros partidos. Por si no estuviera claro cuál es su posición, Pedro Sánchez inicia una ronda de consultas con los barones autonómicos de su partido en la que presenta como irrenunciable el “no” a la investidura de Rajoy.