El desfile de los barones socialistas por la sede de Ferraz terminó con las visitas de Javier Fernández y Susana Díaz. Ambos fueron herméticos al concluir sus encuentros con Pedro Sánchez. La negativa a hablar del presidente asturiano encaja con su estilo de velar a la opinión pública las cuitas internas del partido. El silencio de la presidenta andaluza es inusual y tiene que ver con su intención de conceder al secretario general el protagonismo en la reunión del Comité Federal.
El debate en el órgano máximo de dirección del PSOE no debe ser conflictivo. Todos están de acuerdo en rechazar en el Congreso de los Diputados el previsible intento de Mariano Rajoy de investirse como presidente. La posición es unánime: no es no. Por ahora. Otra cosa será lo que acontezca tras la derrota parlamentaria de Rajoy. Susana Díaz, Javier Fernández y otros notables defienden que toca pasar a la oposición. Sin embargo, Miquel Iceta, Francina Armengol y Luis Tudanco, principales responsables socialistas en Cataluña, Baleares y Castilla y León, defienden que el PSOE debe intentar formar una coalición de gobierno con Podemos, nacionalistas vascos e independentistas catalanes, sin descartar a Ciudadanos como posible aliado. Son dos posiciones opuestas. La mayoría de los barones autonómicos barajan la posibilidad de abstenerse ante un segundo intento del PP por hacerse con el Gobierno, sin abandonar el rol de grupo opositor. Los minoritarios (Iceta, Armengol y Tudanco) consideran que el electorado nos les votó para que se abstuvieran sino para que intenten gobernar, sintiéndose plenamente autorizados con la cuota parlamentaria de 85 escaños.
El elemento que marca la división entre las dos posturas es el modelo de alianzas. Susana Díaz y Javier Fernández, al igual que otros barones autonómicos, no desean alcanzar el poder de la mano de Podemos y el independentismo catalán. Les preocupa la unidad de España y no quieren escarceos frívolos a cuenta del modelo territorial. También recelan profundamente de Podemos. Los minoritarios no hacen distingos entre aliados y ven factible la formación de una mayoría de gobierno con cualquier fuerza parlamentaria. Esa es la realidad en la que se desenvuelven Iceta y Armengol en Cataluña y Baleares, respectivamente. Más allá del rechazo a Rajoy se desconoce cuál es la posición de Pedro Sánchez. Dudo que renuncie al poder, pero no creo que hoy lo desvele.