Dolores Carcedo y Guillermo Martínez manifestaron la disposición del Gobierno socialista a dulcificar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, dándole un tratamiento más favorable a las herencias de bienes inmuebles, a las sucesiones en las empresas familiares y a las donaciones. Es la primera vez que el Ejecutivo de Javier Fernández realiza un planteamiento de este tipo, habiendo limitado hasta ahora toda modificación de dicho impuesto a corregir el salto que se producía al heredar más de 150.000 euros. La notificación de los consejeros llega un día después de que los miembros de la Asociación para el Progreso de la Dirección criticaran ante el presidente asturiano el papel que juega este tributo, al igual que el Impuesto de Patrimonio, en la normativa tributaria del Principado.
La “mejora” del Impuesto de Sucesiones, tal como la denominó Dolores Carcedo, suscita dos reflexiones distintas. Desde una perspectiva de política económica se trata de un paso tardío, pero acertado, del Gobierno regional. Es muy difícil defender la actual situación estando rodeados de comunidades autónomas que dan un tratamiento fiscal mucho más benigno a las sucesiones y las donaciones. En Asturias las disposiciones legales, en esta materia, son socialmente insostenibles, dando como resultado que cuatro personas cada día renuncien a las herencias. Todo un récord en el pelotón de los territorios autonómicos. Ante un panorama así la etiqueta de “infierno fiscal” se ajusta bastante bien a la realidad tributaria de la región. Dejando a un lado la legislación concreta de nuestra región, la tributación por sucesiones y donaciones de bienes es susceptible de una enmienda a la totalidad, cosa que no ocurre con la imposición sobre las rentas de trabajo y del capital, los beneficios de las empresas o el consumo de bienes y servicios. Algún día habrá que abrir ese debate con todas sus consecuencias. Soy consciente de que la reflexión académica no va por esas coordenadas, pero es que a los profesores de Hacienda les ocurre con los impuestos como a los militares con las armas: ningún oficio renuncia a sus herramientas.
La otra reflexión es estrictamente política. El PSOE inicia un último intento para alcanzar una alianza de izquierdas con los tributos como materia de pacto. Pues bien, tras reunirse con IU y antes de verse con Podemos, anuncia una medida que parece sacada del programa electoral del PP.