La alianza de las izquierdas en torno al proyecto de presupuestos no pasa de ser un mero enunciado. Es difícil ver a dos partidos (PSOE, Podemos) menos entusiasmados ante un acuerdo que rescataría a la política regional del atasco en que se encuentra tras la sesión de investidura. A falta de nuevas reuniones, las discrepancias se han centrado en las formas. Desde Podemos se asegura que no prevén encuentros entre los tres partidos (PSOE, Podemos, IU) y los socialistas les acusan de «postureo». Realizar gestos para la galería (eso es lo que quieren decir con «postureo», un término que hace feliz a los políticos que tienen dificultad para expresarse) es muy habitual en la política asturiana, donde se prima la foto sobre el discurso, y este último está desligado de la realidad. La retórica utilizada por las fuerzas sindicales y políticas de la izquierda en nuestra región, durante décadas, no estaba muy alejada del populismo que hoy denuncian. La confusión organizada entre los tres partidos empezando a negociar un acuerdo, que para Podemos se trataba de una mera reforma fiscal, y para PSOE e IU de un acuerdo presupuestario, es un síntoma claro de la disparidad de criterios que preside el diálogo iniciado durante el verano.
Según la comedia de la unidad de la izquierda se acerca al final de la representación, emerge la realidad de los intereses que unen a los dos grandes partidos parlamentarios. El Gobierno socialista tiene en la mano la aprobación de los presupuestos con una ligera concesión al PP sobre el Impuesto de Sucesiones. Basta con elevar el mínimo exento a los 400.000 euros (así está regulado este impuesto en la Galicia de Núñez Feijóo) o de eliminar el impuesto para los herederos directos (padres e hijos), y ya está solucionado el problema. Cherines sabe que la dirección nacional de su partido valora especialmente el papel jugado por la comisión gestora del PSOE y, en particular, por Javier Fernández. Dicho de otra manera, si el PP va a colaborar en la gobernabilidad de alguna comunidad desde la oposición, esa es Asturias.
El PSOE dice que se mantiene la prioridad del acuerdo entre los partidos de izquierda, pero, por si acaso, estudian la posibilidad de regular el Impuesto de Sucesiones de una manera que satisfaga, simultáneamente, a Podemos y PP. Piensan ya, sin duda, en el cambio de pareja en el baile, porque son conscientes de que Podemos y PP nunca votarán juntos.