Mercedes Fernández asegura que Javier Fernández no quiere pactar los presupuestos de 2017 con el PP porque daña su imagen como presidente de la comisión gestora del PSOE. La lideresa del PP considera que hay una contradicción entre los dos cargos que desempeña el dirigente socialista -presidente del Principado y de la comisión gestora-, y le pide que defienda los intereses de los asturianos.
Una vez fracasada la alianza tripartita de la izquierda, la negativa a negociar con el PP no es fácil de entender. Tras el fracaso de este año, una nueva prórroga presupuestaria degradaría la situación política asturiana dejando al Gobierno socialista muy cuestionado. Tratar de gobernar los cuatro años con los presupuestos de la anterior legislatura significaría perder las elecciones e ir a la oposición. No hay que esforzarse mucho para entender que la oferta del PP puede salvar el mandato de Javier Fernández, ya que respeta toda la política de gasto del Ejecutivo socialista y se conforma con pedir una reforma del Impuesto de Sucesiones que tiene un efecto limitado para las arcas del Principado.
La actividad política se mueve empujada por la dialéctica de enfrentamiento de gobiernos y oposiciones, tanto en las instituciones como en el interior de los partidos. Debido a ello, los partidarios de Pedro Sánchez pondrán el grito en el cielo si Javier Fernández saca adelante las cuentas regionales con los votos del PP. Es inevitable. Ahora bien, el aluvión de críticas no es motivo suficiente para desaprovechar la ocasión de aprobar los presupuestos. A la larga causa más daño protagonizar una crisis política regional, con las instituciones incapaces de decidir sobre los recursos, que asumir la posible contradicción existente entre presidir una comisión gestora que apuesta por confrontar con el Gobierno de Rajoy y aprobar las cuentas en la Junta General del Principado gracias al PP. Digo que le provocaría un coste mayor, ya que la prórroga presupuestaria sería causada por la negativa de Javier Fernández a negociar con el PP, mientras que la comisión gestora se mueve en el marco de la política nacional donde el PSOE está situado en la oposición. Dicho de otra manera: el votante socialista quiere que la gestora se oponga a Rajoy y que Javier Fernández saque adelante los presupuestos con quien sea, antes de recurrir a la prórroga. En política, para tomar decisiones hay que dejarse los complejos en el guardarropa.