Un nuevo informe policial saca a la palestra la presunta trama corrupta del “caso Pokemon”. Se trata una vez más de las hipotéticas comisiones cobradas por políticos del PP y del PSOE de empresas del grupo Agbar (Aquagest y Asturagua) por el trato privilegiado recibido por dirigentes de estos partidos que formaban parte de corporaciones municipales. El informe de la Vigilancia Aduanera (llama la atención que los jueces recurran a este tipo de unidades policiales dedicadas al tráfico de fronteras, lo que es un síntoma de las precauciones que toman los jueces de instrucción tras los chascos sufridos a lo largo de su carrera profesional) cifra en 178.705 euros el dinero transferido a políticos y funcionarios. Entre los pagos destacan tres del mismo importe (5.006 euros) que van destinados a Iglesias Caunedo (alcalde de Oviedo), Manuel Pecharromán (ex portavoz del PP en el Ayuntamiento de Gijón) y Cristina García Montes (militante del PP y buena amiga de los anteriores). Caunedo y Pecharromán ya estaban imputados (ahora se dice “investigados”) por la juez, Pilar de Lara, tras los glamurosos viajes realizados a Nueva York, Florida y Croacia. En el nuevo informe la Policía encontró una anotación, “Viaje Florida, Grupo Caunedo”, que se eleva a más de 7.600 euros. Como ningún partido tiene el monopolio de la corrupción, en el informe policial aparecen pagos realizados a nombre de los alcaldes socialistas de Tineo (José Ramón Feito) y Colunga (Rogelio Pando). Dirigentes de los dos grandes partidos que se repartieron el poder municipal en la región aparecen beneficiados por los flujos de dinero de Aquagest y Asturagua. Da la sensación que para evitar la corrupción municipal hay que matar de sed a la clase política asturiana.
El sumario sigue abierto. La presunción de inocencia acompaña a todos los investigados. La investigación se amplía a Castropol, Ribadedeva, Cangas de Narcea, Pravia, Gozón y el PP de San Martín del Rey Aurelio. El asunto pinta muy feo. No es admisible que un político como Caunedo se resista a entregar el acta de concejal. Aunque solo fuera por aquellas fotos con Pecharromán y Joaquín Fernández (el conseguidor), merecía borrarse de la política. Como bien dice Ana Taboada, vicealcaldesa de Oviedo, cómo va el PP de Mercedes Fernández a liderar un frente anticorrupción, sin barrer antes su casa. Con el caso Pokemon, la corrupción alcanza en Asturias carácter de epidemia.