Se masca la competencia electoral en el interior del PSOE. Hay ambiente de primarias. Patxi López fue el primero en saltar a la cancha y Pedro Sánchez lo hizo en segundo lugar. Susana Díaz demora el anuncio de su candidatura, pero es una decisión irreversible. Cuando se tienen determinados niveles de responsabilidad, la capacidad de optar queda muy acotada por el entorno. Dadas las circunstancias, es probable que a la lideresa andaluza le resulte más apetecible quedarse de presidenta en su tierra, pero hay tanta gente comprometida en la operación de asentar al PSOE en la opción socialdemócrata que no puede dar marcha atrás. Las urnas marcarán el futuro del partido.
Odón Elorza y Eduardo Madina visitaron Asturias. El excéntrico exalcalde de San Sebastián (después de Jesús Eguiguren, quizás sea el dirigente socialista vasco que tuvo una mejor relación con los abertzales) colabora, en la actualidad, con Pedro Sánchez y Eduardo Madina defiende las tesis de la comisión gestora. Curiosamente, en las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011, uno encabezaba la lista socialista de Guipúzcoa y el otro la candidatura de Vizcaya. Los dos obtuvieron un mal resultado. En la actualidad, parten de posiciones antagónicas y por eso hacen valoraciones opuestas. Para Madina, Javier Fernández es el mejor secretario general que podría tener el PSOE, mientras Elorza considera que el presidente de la gestora aparta a todo aquello que huela a Pedro Sánchez. El juicio de Madina puede ser excesivo, pero si despojamos al secretario general de todo compromiso electoral, entonces es probable que acierte. La crítica de Elorza a Javier Fernández es un elogio, ya que dadas las coordenadas políticas del “sanchismo” (frente de izquierdas con Podemos y ERC, reconocimiento de Cataluña como nación, etcétera), lo mejor que puede hacer el dirigente asturiano es restar poder a los colaboradores del antiguo jefe. Es más, creo que el mayor error que cometió Javier Fernández al frente de la comisión gestora fue, precisamente, hacer excesivas concesiones a Sánchez y sus aliados, que van a posibilitar el regreso del atrabiliario exsecretario general. Ejemplo, fijar las primarias para mayo, no dando tiempo para que se haga visible el buen hacer del grupo socialista en el Congreso de los Diputados. Le tocaba aguantar el tirón y convocar el congreso para septiembre. Le iban a silbar, pero las gestoras no están para triunfar.