Durante largos años, hasta que la Junta General del Principado descubrió la herramienta de las comisiones de investigación, el Parlamento asturiano languidecía durante la mayor parte del curso político, con la excepción del otoño en que se negociaba el presupuesto. Hoy día esta situación ha evolucionado porque al crecer el arco parlamentario se ha creado una especie de competición entre los grupos políticos por presentar iniciativas para dar sensación de actividad y la Cámara se encuentra saturada, sin tiempo para digerir tantas ocurrencias. No obstante, el otoño sigue siendo la época de mayor actividad, con ofertas y contraofertas de pacto, que desembocan en el pleno navideño donde se votan las cuentas, empezando por las enmiendas a la totalidad y siguiendo por las parciales.
Aunque no ha terminado agosto, IU ya ha decidido que va presentar propuestas de carácter social que se interesen por la financiación y aplicación de la Dependencia. También van a abordar la educación, con el contrato programa de la Universidad de Oviedo y la red pública de la primera etapa de Educación Infantil, de cero a tres años. Habrá iniciativas de gasto sobre medio ambiente y solicitarán un aumento de las inversiones productivas. Se podrá discrepar sobre las prioridades de gasto de IU, como de su propuesta de ingresos con las modificaciones en determinados impuestos, pero no cabe duda de que son asuntos que ocupan y preocupan. Están vivos en el debate político y también en la sociedad.
La única objeción a tan detallado planteamiento estriba en que todos sabemos que para el próximo año toca prórroga presupuestaria. No se aprobarán unas nuevas cuentas, por más que lo pidan las centrales sindicales y los empresarios, aunque lo demande el presidente del Principado y le acompañe un coro de voces (no son muchas ni aparentan convicción). El acuerdo de las fuerzas de izquierda es imposible porque PSOE y Podemos se repelen en Asturias, y Podemos e IU tienen en nuestra región una relación más distante que en otras comunidades autónomas. El verdadero eje de intereses -Javier Fernández y Mercedes Fernández- que funcionó para hacer caer al Gobierno de Cascos, para rescatar al Gobierno socialista cuando IU y UPyD le dieron la espalda, y para hacer avanzar la actual legislatura cuando estaba bloqueada, no se reeditará esta vez ya que Javier Fernández no está en condiciones de pactar con la derecha tras la vuelta de Pedro Sánchez al puente de mando del partido.