La dirección del PP, confeccionada por Pablo Casado, es una suma de colaboradores suyos y de dirigentes que acompañaron a Cospedal en las primarias. Se especulaba con que fuera una mujer la que ocupara la Secretaría General, pero el elegido resultó Teodoro García, jefe de campaña. El nombramiento cabe calificarlo de sorprendente porque no estaba en las quinielas. Las seis vicesecretarías ocupan en el organigrama del partido el escalón por debajo del secretario general y se las reparten los afines al presidente y a Cospedal. La poderosa Vicesecretaría de Organización queda en manos de Javier Maroto que es el más consistente de los hombres de Casado.
El encaje de bolillos para formar el equipo de dirección se complicó cuando Soraya Sáenz de Santamaría pidió una cuota de poder equivalente al porcentaje de votos obtenido en el congreso; una exigencia que no fue atendida por el presidente. Resulta increíble que una dirigente de la talla de la ‘vice’ quiera pasar de golpe del monolitismo tradicional del PP a un partido estructurado sobre corrientes de opinión. La dirección ejecutiva de un partido es un órgano de gobierno, no de representación de las tendencias internas. Ninguna comisión ejecutiva de un partido español se configura sobre la base de proyectar los votos obtenidos por los distintos candidatos en los congresos. Una cosa es aceptar el pluralismo y buscar la integración y otra dar por buena una dirección constituida en clave de gobierno y oposición. Lo que pretendía Sáenz de Santamaría es un disparate y demuestra que todavía no ha digerido la derrota.
Una cosa es Soraya y otra los ‘sorayistas’. Afines a la vicepresidenta han permanecido fieles a su lado rechazando integrarse en la dirección de Casado, como es el caso de los exministros, Fátima Báñez e Íñigo de la Serna. Otros han aceptado la mano tendida por el ganador integrándose en el nuevo equipo, como es el caso del exsecretario de Estado Alberto Nadal y el portavoz del PP en la Junta General del Principado, Luis Venta Cueli. El asturiano será secretario ejecutivo de Medio Rural y Despoblamiento. Los secretarios en el PP, con la excepción del secretario general, están en un escalón inferior a los vicesecretarios. Con este nombramiento, logra colocar Mercedes Fernández a una persona de su máxima confianza en la dirección de Pablo Casado. A la tercera va la vencida, tras apoyar a Cospedal y, posteriormente, a Sáenz de Santamaría, acierta a subirse al tren en marcha del ganador.