>

Blogs

Juan Neira

LARGO DE CAFE

COALICIONES EN EL HORIZONTE

El paso de los meses ha multiplicado la especulación sobre las próximas elecciones autonómicas. Hay diversidad de pronósticos, pero con un punto en común: la certeza de que ningún partido contará con la mayoría absoluta en la Junta General del Principado, dando paso a coaliciones parlamentarias para gobernar.

La fragmentación electoral, cristalizada en cuatro grandes partidos, imposibilita que una formación se quede con la mitad más uno de los escaños. El eje de las alianzas va a ser la ideología, dando paso a dos frentes, el centroderecha y la izquierda.

Después de los últimos reveses sufridos en el Congreso de los Diputados por el Gobierno de Pedro Sánchez, lo más realista es pensar que en el último trimestre de este año, o a lo largo de 2019, se convocarán elecciones generales. De ser así habrá renovación de cámaras nacionales, autonómicas y municipales en el mismo curso político. También en las Cortes se forjarán alianzas parlamentarias, siguiendo la pauta ideológica, que competirán por gobernar la Nación.

Aunque en España, en Asturias y en las principales ciudades hay más experiencia de gobiernos de la izquierda que de la derecha, en esta ocasión la disputa en el campo de la izquierda va a ser más descarnada que en el bando de sus oponentes.

Mientras no se verifique la conversión de Vox en fuerza parlamentaria, el espacio de la derecha seguirá enteramente ocupado, a escala nacional, por PP y Ciudadanos. En la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) registran idéntica intención de voto (20,4%).

Crítica

El centro-derecha está en la oposición en Madrid y su destino es asociarse para desalojar al PSOE del poder. La diana de la derecha será Pedro Sánchez y las referencias a Unidos Podemos o a los independentistas catalanes tendrán como objetivo demostrar que Sánchez no es fiable al aceptar como socios a grupos tan escasamente recomendables.

Es previsible que Pablo Casado y Albert Rivera intercambien críticas ante el electorado común, pero el grueso de la artillería apuntará al Ejecutivo de Pedro Sánchez. Esta previsión tiene alguna matización que hacer en el caso de las autonómicas asturianas, como veremos luego.

PSOE y Unidos Podemos están en una posición asimétrica. Apelan a la ideología común, pero ocupan posiciones opuestas en el escenario político. Los socialistas gobiernan en España y en Asturias, mientras que Podemos es fuerza de oposición. Pablo Iglesias no tendrá otra alternativa que criticar con dureza al Gobierno socialista, porque cualquier actitud complaciente redundará en votos para el PSOE. El partido morado tendrá que desandar el camino de la moción de censura, ya que el cheque en blanco firmado por Pablo Iglesias ha desequilibrado a favor del PSOE el pulso que mantenían los dos partidos desde las elecciones europeas de 2014. Si tras los comicios tienen mayoría parlamentaria podrán ponerse de acuerdo para gobernar, pero previamente asistiremos a una lucha despiadada. Podemos se juega su supervivencia como fuerza política.

En Asturias se repite el antagonismo entre los dos grupos, pero hay que hacer constar dos características: la más que probable candidatura autónoma de IU, que tendrá su competencia particular con Podemos por atraerse los votos del espacio radical, y la renovación integral de la candidatura del PSOE, encabezada por Adrián Barbón, que no será vista por el público como una mera continuación de los mandatos de Javier Fernández.

La izquierda en Asturias volverá a presentarse en forma de tres candidaturas, con dos fuerzas que han estado en sintonía durante la presente legislatura, PSOE e IU, y Podemos jugando un papel complicado de crítica hacia el PSOE y competencia real con IU.

Fuego amigo

Si la debilidad de Podemos ante las elecciones generales derivará de atacar con dureza aquello que antes apuntaló (Gobierno de Pedro Sánchez), en el caso de Asturias la dificultad del partido morado proviene de estar emparedado entre dos fuerzas, como son PSOE e IU.

Para colmo de males, el tema estrella de la descarbonización exprés coge a Podemos con un pie en cada orilla: hay candidatos o candidatas que desean cerrar las térmicas de carbón a corto plazo, y otros que anteponen los intereses de Asturias a las frivolidades de la cúpula madrileña del partido.

Adrián Barbón se presentará con un perfil de izquierdas, con el apoyo del SOMA y enarbolando un discurso semejante al que permitió a Pedro Sánchez volver al poder. La falta de sintonía con Javier Fernández va dar a la candidatura socialista una extraña sensación de grupo opositor que deberá ser contrarrestada con los gestos de Pedro Sánchez. La imagen de socialismo renovado de Barbón no va a favorecer a Podemos.

Por último, la derecha asturiana también se presenta con tres candidaturas. La presencia de Carmen Moriyón, al frente de Foro, lastra las expectativas del PP, ya de por sí muy menguadas tras las tres últimas elecciones generales en las que obtuvo la mitad de diputados de los que sacaba antes. Así como en las elecciones generales, PP y Ciudadanos atacarán al alimón a Sánchez, en los comicios asturianos habrá fuego amigo en el centro-derecha.

Temas

por JUAN NEIRA

Sobre el autor