El planteamiento realizado por el grupo parlamentario de Podemos sobre los presupuestos del Principado para el próximo año no ha sido bien recibido por PSOE e IU. Aunque es la primera vez que el partido morado habla de volcarse en el desarrollo económico y la creación de empleo, la respuesta de los otros dos grupos de izquierda es de un abierto escepticismo que apenas sirve para encubrir un rechazo implícito. Al PSOE no le parece presentable que se señale la gratuidad de la enseñanza para los niños de cero a tres años como una línea roja, ya que este asunto fue el que impidió el pacto sobre las cuentas de 2018. Es muy curiosa la forma que tienen de razonar los socialistas: como la gratuidad de la primera etapa de Infantil terminó en disenso, pretenden que la oposición se olvide de la reivindicación que tuvo más apoyo social en el debate del pasado año. Se dice no una vez y la negativa ya perdura para siempre. Al PSOE le parece mal que Podemos sitúe como primera línea roja la demanda sobre la gratuidad, pero la expresión de ‘línea roja’ no pasa de ser un latiguillo que usan todos los partidos a diario. No se puede dramatizar con el uso de ese término ni sacar conclusiones hiperbólicas. Las otras propuestas de Podemos, como aumentar el personal de la Sanidad para disminuir las listas de espera o la reforma de los servicios de empleo para dinamizar el mercado de trabajo, son cuestiones que puede compartir cualquier formación política, pero al Gobierno socialista y a IU no parece que les seduzcan.
Es probable que Podamos haya empezado de manera prematura el debate sobre los presupuestos del próximo año y sus potenciales socios (PSOE e IU) pretendan enfriarlo, pero si nos atenemos a la medidas que apuntan los podemitas resulta verdaderamente chocante la falta de interés de los otros grupos de izquierda por llevarlas a cabo.
La sombra de las elecciones contamina toda la política autonómica. PSOE e Izquierda Unida no quieren dar a Podemos el beneficio de la iniciativa política y por eso están más pendientes de la estrategia a emplear en el debate que de la sustancia de lo que se pueda acordar. Estamos en una coyuntura muy particular porque el presidente del Gobierno y sus consejeros no se juegan nada en los presupuestos de 2019. A partir de las próximas elecciones habrá ‘otro’ PSOE en la Junta General del Principado, así que si les aprueban el proyecto de cuentas se pondrán contentos, pero el rechazo no será ningún drama.