José Ábalos, ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, ha manifestado desde Valencia que no se reformará el sistema de financiación autonómica en esta legislatura. Considera que es imposible poner de acuerdo al conjunto de las comunidades autónomas con las posturas dispares que defienden. El titular de Fomento reconoce que con esa declaración va a contribuir a enfriar las expectativas de los gobiernos regionales. El ministro rectifica la promesa de negociación de un nuevo modelo realizada por Pedro Sánchez al llegar al poder.
Las declaraciones de José Ábalos se producen una semana más tarde de que se hayan reunido en Zaragoza los presidentes de la llamada ‘España vacía’ (Galicia, Asturias, Castilla y León, La Rioja, Aragón y Castilla-La Mancha) para exigir un nuevo sistema de financiación que tenga en cuenta el coste real de los servicios. Se supone que el actual sistema de financiación, como los anteriores, se articula a partir del coste de los servicios públicos que se prestan, pero este asunto es controvertido, ya que a la hora de valorar las variables que influyen en el coste, cada gobierno autonómico sobredimensiona las que más le interesan. Por ejemplo, los seis presidentes que se dieron cita en Zaragoza dicen que la dispersión de la población y el envejecimiento no están suficientemente ponderados en el actual sistema, mientras que en otras regiones se pone el acento en el número de inmigrantes y en la necesidad de recibir más recursos para educar a una cantidad de niños creciente derivada de las familias numerosas que se han asentado en España en los últimos años. Aunque cabe razonar a favor de una u otra tesis, los presidentes de la ‘España vacía’ deben tener en cuenta que el tamaño de la población es un elemento esencial para calcular el coste de los servicios y que la mayoría de las seis regiones citadas tienen una financiación por habitante por encima de la media de las comunidades autónomas.
Las declaraciones de Ábalos son sensatas pero difíciles de entender por la población cuando el presidente del Gobierno hace una oferta formal de reforma constitucional al resto de partidos. La gente pensará que si se puede abrir el melón de la Constitución también se puede cambiar la financiación territorial. La reflexión de Ábalos se ha quedado corta, porque con la Generalitat echada al monte, se acabaron las negociaciones multilaterales. La financiación pasará a ser bilateral. Secreto de confesionario.