El apaño entre el Gobierno y Podemos para sortear la mayoría absoluta del PP en el Senado hace que las previsiones presupuestarias expansivas del Ejecutivo de Pedro Sánchez tengan visos de realizarse. El techo de gasto no será tan restrictivo como lo había dejado plasmado Mariano Rajoy, beneficiándose todas las administraciones. En el caso de Asturias, el Principado contará con un aumento de 49 millones para gastar. Como a gastar se apunta todo el mundo, la satisfacción entre los gobiernos autonómicos y el Gobierno de la nación es generalizada. También hay muchos colectivos que resultan beneficiados, como es toda la larga serie de entes, organizaciones, instituciones y sociedades de todo tipo que reciben subvenciones oficiales. Hay más dinero para repartir. No incluyo entre los beneficiarios a los funcionarios porque ya tienen un aumento salarial recogido en el presupuesto ¿El aumento del techo de gasto y el permiso para cerrar el ejercicio con un mayor déficit público es una buena noticia?
Aunque haya grupos beneficiados y, a corto plazo, la inyección de dinero se puede convertir en mayor actividad económica, con repercusión en el empleo, yo creo que la política expansiva en las actuales circunstancias es muy poco recomendable. Pese a que la economía nacional haya perdido fuelle, en España se sigue creando abundante empleo. Sin embargo, estamos a la cola de Europa en la reducción de déficit público y tenemos una enorme montaña de deuda que no adelgaza pese a las previsiones optimistas de los gobiernos, antes del PP y ahora del PSOE. El Banco Central Europeo va a terminar con su política de botiquín y cura para los países y las instituciones financieras con problemas. En ese contexto sobran las alegrías. El clima electoral es propicio para los excesos de gasto, pero lo que de verdad interesa no es la mejora de la imagen de los gobiernos sino el fundamento de nuestra economía. El déficit de las pensiones (19.000 millones de euros) o el billón de euros de deuda aconsejan ahorrar en vez de gastar.
Una de las cosas más preocupantes de la política española es la facilidad de los líderes para destinar sus esfuerzos a dar satisfacción a las clientelas electorales dando la espalda a los intereses generales del país. En el Gobierno no habla nadie de economía sino de justicia social, como si se pudiera repartir algo sin sanear las cuentas. Nadia Calviño dice que es el momento adecuado para subir impuestos. ¿Cuándo toca bajar la deuda?