LA EXPERIENCIA DEL VICEMINISTRO
Faustino Blanco, consejero de Sanidad en el anterior mandato de Javier Fernández, va a ser secretario general de Sanidad a propuesta de la ministra, María Luisa Carcedo. En otros ordenamientos jurídicos se le llamaría viceministro, así que Blanco se va a Madrid en calidad de número dos. En los equipos de dirección, tanto sea en el sector público como en el privado, los nombramientos están regidos por la confianza que merecen del responsable máximo del departamento. Carcedo y Blanco son de la misma edad, estudiaron Medicina en la Universidad de Oviedo y militaron en el PSOE bajo el paraguas de José Ángel Fernández Villa. En la década de los años ochenta de la centuria pasada tuvieron distintas responsabilidades en la estructura asturiana del Insalud hasta llegar a ser directores generales de Salud Pública. En el año 2000, cuando la guerra de Villa contra el presidente Álvarez Areces estaba en su apogeo, apoyaron al candidato del líder minero para el cargo de secretario general de la FSA. Con Javier Fernández al frente del aparato del partido, se distanciaron de Villa para tomar a Fernández como referencia política ¿Con todos estos antecedentes puede extrañar a alguien que Carcedo se haya acordado de Blanco para formar tándem al frente del Ministerio de Sanidad?
Faustino Blanco sabe lo que es gobernar la Sanidad. En 2012 fue nombra nombrado consejero del Principado y se hizo rodear de un grupo de profesionales ideologizados que buscaron el enfrentamiento con el poderoso sindicato de médicos nada más empezar el mandato. En junio tomaron posesión y en octubre ya estaba lanzada la huelga indefinida. El conflicto se extendió hasta empezado 2013. Hubiera durado mucho más tiempo si no hubiera mediado Javier Fernández conminando a Blanco a buscar una solución. Pretendía el consejero que el descanso de los médicos a la mañana siguiente de haber estado 24 horas de guardia en los hospitales tuviera que ser recuperado con horas de trabajo. Esa contabilidad laboral no se lleva en ningún sitio de España.
Faustino Blanco, como Ana González, exconsejera de Educación, no formó parte del Gobierno de Javier Fernández en esta legislatura. Ambos se convirtieron en acérrimos ‘sanchistas’. Estaban cómodos gobernando con Javier Fernández pero no les gustó la gestora de Javier Fernández. En la política, la vida da muchas vueltas y el finiquito del Principado le abrió las puertas del Gobierno de España a Faustino Blanco.