MEJORAR LA CONVIVENCIA
La delegada del Gobierno ha calificado de intolerables las amenazas de muerte a Ana Isabel Díaz, alcaldesa de Riosa de IU, y al concejal de su grupo, José María Pello. A este último, los delincuentes le causaron desperfectos en su coche. Delia Losa ha aclarado que, en principio, no hay ninguna relación entre las presiones realizadas sobre los cargos electos de Riosa y el asesinato de Javier Ardines, concejal del mismo partido en el Ayuntamiento de Llanes. Ramón Argüelles, coordinador general de IU en Asturias, ha solicitado la convocatoria de la Junta de Seguridad.
La posibilidad de que hubiera alguna vinculación entre los asesinos de Ardines y los delincuentes de Riosa era muy remota. Las manifestaciones de Delia Losa lo confirman. La delegada del Gobierno ha asegurado que las investigaciones sobre el asesinato del concejal llanisco están muy avanzadas. Es completamente necesario identificar a los asesinos; cuanto antes, mejor. La Guardia Civil tiene la experiencia y habilidad suficientes para desvelar lo que hasta ahora permanece oculto. Es cuestión de tiempo.
Pese a tratarse de casos distintos, hay dos aspectos comunes entre la tragedia de Llanes y las amenazas de Riosa: la atención de los delincuentes recae en cargos públicos de IU y todo el mundo reconoce que en ambos ayuntamientos hay una fuerte tensión entre los equipos de gobierno y la oposición, extendiéndose el clima de enfrentamiento al entorno de los partidos políticos. En concreto, en el Ayuntamiento de Llanes se habla de un ambiente irrespirable, con un sector de los empleados públicos implicados en las controversias partidarias. La solución de ese problema no recae en la Guardia Civil sino en los grupos políticos y los cargos electos.
Desde el día que mataron a Ardines, la actuación de los responsables de IU fue impecable. No hicieron comentarios insidiosos ni airearon determinadas hipótesis sobre la causa del crimen de las que pudieran sacar réditos políticos. Acudieron a las manifestaciones de duelo y arroparon a la familia del concejal fallecido. A unos meses de las elecciones, no todo el mundo hubiera actuado con esa mezcla de discreción, contención y responsabilidad. Tras las amenazas en el Ayuntamiento de Riosa llega el momento de que todos los partidos y cargos públicos se unan para disipar el clima enrarecido. En los ayuntamientos y sus entornos no caben matones, ni extorsionadores ni fuerzas que prevalezcan contra los representantes del pueblo.