Las elecciones andaluzas han dejado al presidente del Gobierno y a sus principales colaboradores al borde del ataque de nervios. A las pocas horas de conocerse el resultado de los comicios invitaron a Susana Díaz a abandonar la política, y como la lideresa del socialismo andaluz se resistió pretextando que ganó las elecciones, cambiaron de idea y declararon que le prestan todo su apoyo para que consiga la investidura en el Parlamento de Andalucía. Pedro Sánchez se enmendó a sí mismo declarando que presentará en el Congreso de los Diputados, en el próximo mes de enero, el proyecto de presupuestos generales del Estado para 2019; hasta ahora decía que no daría ese paso si no tenía seguridad de aprobarlos. A la mañana el presidente se declaraba partidario de terminar con la inviolabilidad del Rey y horas más tarde enviaba a José Luis Ábalos a decir que la doctrina del PSOE es mantener la inviolabilidad, y que el presidente del Gobierno emitía opiniones personales. Aprovechando que mañana se conmemoran los cuarenta años de la aprobación de la Constitución, el presidente cargó contra los independentistas que tantas veces edulcoró, afirmando que van contra la esencia de España. En cuanto a lo que nos interesa todos, la convocatoria de elecciones generales, guarda silencio y deja que cada español se haga su particular composición de lugar. Por si sirve de orientación, tanto Podemos como el PNV han empezado a poner en funcionamiento la maquinaria electoral pensando que en marzo seremos convocados a las urnas.