Liberbank y Unicaja han iniciado conversaciones para fusionarse. Al conocerse la noticia, ambas entidades han experimentado una revaloración en Bolsa superior al 14%. Si alcanzan el objetivo se creará el sexto banco, con unos activos valorados en 96.440 millones de euros, 1.866 sucursales, 10.849 trabajadores y una cuota de mercado del 4%. Hace diez años, ocupar el sexto lugar en el ranking de la banca española constituía una posición muy destacada ya que había 66 entidades financieras, pero ahora el número se ha reducido a 11. Por su implantación territorial, Liberbank y Unicaja son complementarias, la primera tiene su zona de influencia en Asturias, Cantabria, Extremadura y Castilla-La Mancha, y la segunda por Andalucía y Castilla y León ¿Qué se puede decir sobre este proceso de integración?
La evolución de Cajastur, alma mater de Liberbank, cuando se inició la reordenación bancaria, fue un tanto atípica. En 2009, cuando España perdía 900.000 empleos en doce meses, Cajastur era un modelo de solvencia y liquidez. Después de hacer todo tipo de provisiones, todavía le quedaban 2.000 millones para invertir. Cuando hubo que empezar a emparejar sanos con enfermos, Cajastur, con todas las bendiciones del Banco de España, se hizo con Caja Castilla La Mancha (CCM). En pleno baile de parejas, entidades importantes, como la BBK, pensó en absorber a Cajastur, pero la cúpula asturiana prefirió ser cabeza de ratón a cola de león, y se fue coaligando con entidades más pequeñas y, sobre todo, más débiles. Cuando el Gobierno decidió el entierro de las cajas, nacieron nuevos bancos, entre ellos Liberbank. La clase política apoyó la metamorfosis de Cajastur, con la excepción de Álvarez-Cascos.
Hace tres o cuatro años que se lleva especulando con la absorción de Liberbank por un gran banco. Por el medio tuvo que superar el duro proceso vivido en 2017, cuando a rebufo del hundimiento del Banco Popular, la actuación de los especuladores con operaciones a corto pusieron a Liberbank entre la espada y la pared. El regulador decidió intervenir, a diferencia de lo que hizo con el Popular. El núcleo duro de Liberbank demostró compromiso con la entidad, y se abordó una severa operación de saneamiento (600 millones) y se amplió el capital en 500 millones (200 suscritos por los principales accionistas). Con los tipos de interés a cero o bajo mínimos, la única salida es ganar tamaño para abaratar los costes. Y llegó Unicaja para jugar a cabeza de ratón.