PACTO DE LAS DERECHAS
PP y Ciudadanos han logrado un acuerdo para gobernar en Andalucía. A los 24 días de la celebración de las elecciones, las dos principales formaciones de la derecha han cerrado el pacto. Aunque hubo futurólogos que vaticinaron la imposibilidad de plasmar en las instituciones la mayoría de derechas que había salido de las urnas, se impuso la lógica aplastante del resultado electoral para poner fin a 36 años de hegemonía socialista. Por razones tácticas, PP y Ciudadanos presentaron el pacto como un simple acuerdo sobre la composición de la Mesa del Parlamento, cuando no es creíble que el PP ceda la Presidencia del Parlamento a Ciudadanos sino estuviera cerrada una entente más amplia que contemple la Presidencia de la Junta de Andalucía para Juan Manuel Moreno, jefe de filas del PP. Los dos partidos quieren dar a entender que se bastan solos para controlar las instituciones, pero es evidente que tuvieron que hablar con Vox, porque sus votos son necesarios para ganar cualquier votación a los partidos de izquierda. De la negociación con Vox salió una secretaría de la Mesa para el partido de Abascal.
Desde una perspectiva formal, el acuerdo sobre la Mesa es impecable, ya que todos los partidos están representados en el órgano de gobierno del Parlamento, lo que da una imagen de equidad y ausencia de sectarismo, dos cualidades que siempre son de apreciar, y máxime cuando no vienen tiempos de integración, sino de excluyentes frentes ideológicos.
Los resultados electorales en Andalucía se ven, con frecuencia, como un adelanto de lo que puede ocurrir en otras comunidades autónomas en los comicios de primavera y en las próximas elecciones generales. Si PP, Ciudadanos y Vox no actuaran con amplitud de miras cometerían una enorme irresponsabilidad que pagarían en las próximas citas electorales. De momento se ha impuesto el sentido común. En Andalucía, como en Japón, siempre ganaban los mismos, así que el paso del PSOE a la oposición supone una mejora medioambiental indudable. Desde la oposición, el socialismo andaluz podrá renovarse, algo que no ocurriría continuando en el poder. La mera ocupación del Gobierno por parte de la derecha llevará aparejado el fin de los clientelismos, tan bien alimentados desde el Palacio de San Telmo. Andalucía recibió de Europa 102.000 millones de euros desde 1986, y pese a ello sigue etiquetada como región en desarrollo, porque su PIB por habitante no llega al 75% de la media europea. Se impone cambiar de gestores.