La dirección nacional del PP ha elegido a Teresa Mallada para presentarla como candidata a las elecciones autonómicas. Cuando faltan diez días para iniciar la convención nacional del partido, un acto que se utilizará como trampolín de los candidatos a presidir las comunidades autónomas y los principales ayuntamientos, el aparato de Génova ha movido pieza. Aunque toda la maquinaria la tienen volcada en preparar la investidura de Juan Manuel Moreno en Andalucía, la fecha de presentación de candidatos no puede postergarse otra vez (iba a ser antes de Navidades).
El lunes, en la sede de Génova, recibieron a Sáenz de Buruaga, presidenta PP de Cantabria, y a Mercedes Fernández. Dos reuniones tormentosas que tenían como objetivo des cabalgarlas de las respectivas candidaturas regionales poniendo, previsiblemente, fin a su carrera política. La nominación de Ruth Beitia se conoció el mismo día, mientras que la de Teresa Mallada se dejó para el martes. Pablo Casado justificó su elección diciendo que tenía una valoración superior a la de Cherines entre los votantes de Foro y Ciudadanos. El argumento tiene mucha enjundia: le interesa más lo que piensen los de Foro y Ciudadanos que lo que opine la gente del PP. De una primera lectura se desprende que no le preocupa ni lo más mínimo el supuesto efecto que pudiera producir la baja de Cherines entre los votantes del partido. La segunda lectura invita a una asociación de ideas: Casado había dicho hace quince días que el PP no iba a competir con Foro, y ahora valora que Mallada cae bien a los seguidores del partido de Cascos. La estrategia política de Casado está en línea con un deseo expresado por Aznar: reagrupar a la derecha, algo que en Asturias pasa por unir a Foro y PP. Lo que Rajoy dividió con aquella demencial decisión de poner a Pérez Espinosa al frente de la candidatura autonómica, Casado lo quiere unir. La ductilidad de Mallada es lo que más valora el jefe del partido.
Desde hace un par de meses, en los ambientes políticos y periodísticos, Mallada es un valor al alza. No la impulsó ningún sector del PP, ni asturiano ni madrileño, sino la Fade. La patronal, dentro de su apuesta por influir en la vida pública, propuso un programa de reactivación económica y también tiene opinión sobre el personal político. Sin duda, sabe más Mallada de empresa que Cherines. Ayer rodó por ahí un sondeo en el que Foro tiene un magnífico resultado y Moriyón es la política mejor valorada. La encuesta que quería Casado.