El Partido Popular y Foro Asturias dan los primeros pasos para negociar listas conjuntas al Congreso de los Diputados y al Senado. En el partido de Álvarez-Cascos se reúne la comisión directiva para preparar la oferta que van a llevar a la reunión con Pablo Casado. Por su parte el líder del PP aplazó la visita que iba a realizar a Gijón, esta semana, para presentar oficialmente a Alberto LópezAsenjo como nuevo candidato a la Alcaldía de la Villa de Jovellanos. Aquella absurda iniciativa de los dirigentes del PP local, en sintonía con la dirección regional del partido, de formalizar un casting para elegir alcaldables ha dado paso a una opción más seria. Los candidatos deben ser valorados por su currículum, no por la capacidad de improvisar respuestas ante un tribunal montado al efecto, como si se tratase de un programa de entretenimiento televisivo.
Aunque alguna destacada dirigente del PP asturiano no lo vea claro, la candidatura de coalición, PP-Foro, va a ir para adelante. Las circunstancias han cambiado y las probabilidades de obtener tres escaños, como ocurrió en los comicios de 2015 y 2016, es escasa. Lo más probable es que se queden en dos. En principio, un diputado sería del PP y el otro de Foro. Este reparto no será del agrado de la organización regional del PP, pero no creo que a Casado le produzca ninguna incomodidad. Más allá de las rencillas entre dirigentes populares y foristas, que no van a ningún sitio, la relación entre los dos partidos está marcada desde el principio por Génova. Si el PP colaboró con el PSOE de Javier Fernández para bloquear al Gobierno de Cascos en 2011, y hacer inviable la mayoría de 26 diputados de derechas que había en la Junta General del Principado, fue por decisión de Mariano Rajoy. El entonces presidente del PP, y presidente de Gobierno, hizo todo lo posible porque el retorno a la política de Cascos acabara en fracaso. Prefirió que volviera el socialismo a gobernar en el Principado antes de que Foro se mantuviera en el poder. Rajoy temía que se formar un eje crítico con Esperanza Aguirre, Cascos y Núñez Feijóo, y decretó la línea de oposición dura en la Junta General del Principado. Asturias fue la única comunidad autónoma en que el PP se alió con el PSOE.
Pablo Casado tiene una visión muy positiva de Cascos y considera a Foro un aliado fiable. Por eso estaba Moriyón al lado de Casado en Colón. Mientras no entiendan los dirigentes regionales del PP lo que pasa por encima de sus cabezas seguirán dando palos de ciego.