El sondeo electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente al mes de febrero, proyecta una victoria rotunda de la izquierda (PSOE, Podemos) en las elecciones generales, con diez puntos de ventaja sobre los tres grupos de derechas (PP, Ciudadanos y Vox). El triunfo de la izquierda se cimenta en el gran caudal de votos que recibiría el PSOE (uno de cada tres votantes se decantaría por ese partido), obteniendo más del doble de los sufragios que Podemos. Es oportuno recordar que en las últimas elecciones generales, 26 junio de 2016, la diferencia entre ambos fue tan sólo de medio millón de votos. En el campo de la derecha, PP y Ciudadanos quedan muy por encima de Vox, pero la suma de ambos está por debajo del PSOE.
Antes de seguir valorando los resultados de la encuesta hay que recordar que se trata una entrega más de la serie de Félix Tezanos, dirigente socialista que dedica parte de su tiempo a la ciencia social. Sus resultados no ofrecen garantía porque, hasta ahora, contrastan con los que arroja el resto de sondeos, y los métodos que aplica son fuertemente criticados por los colegas del sector demoscópico. Hecha la aclaración, lo cierto es que la entrega de febrero ahonda en las tendencias observadas en los anteriores meses, con un PSOE que no andaría lejos de los 140 escaños y unos grupos opositores que estarían por debajo de los 70 diputados. La izquierda estaría cerca de la mayoría absoluta, bastándole con el apoyo del PNV para gobernar. En caso de una desviación a la baja, los grupos independentistas catalanes siempre podrían echar una mano.
Del sondeo del CIS se desprende que la derecha, o las tres derechas, no tendrían la menor probabilidad de formar gobierno. Estaríamos ante un hecho muy llamativo, ya que desde las elecciones andaluzas la hipótesis del gobierno de las derechas domina entre las especulaciones electorales. En el caso de que la encuesta tuviera un valor predictivo habría que preguntarse por qué razón la foto andaluza no tiene traslación al resto de España. Sólo hay una razón plausible. En las andaluzas, la gran sorpresa fueron los doce diputados de Vox (el CIS le asignaba un escaño). A partir de esa circunstancia el PSOE supo activar el miedo a una derecha supuestamente intolerante y el sondeo refleja la movilización de la izquierda. Por lo que respecta a la circunscripción asturiana, la encuesta también anticipa el triunfo de la izquierda, aunque con una ventaja más reducida.