Pablo Casado viajó a Asturias para firmar el pacto electoral entre PP y Foro. En función del acuerdo, el PP encabezará las candidaturas al Congreso de los Diputados y al Senado, correspondiéndole a Foro el segundo puesto en la primera de las listas y el tercero en la segunda. Casado y Carmen Moriyón han respetado los términos de los pactos alcanzados en 2015 y 2016, convencidos de que no se debe modificar lo que funciona.
Aunque la composición de las candidaturas es el elemento más visible de las ententes electorales y marca la relación de fuerzas entre los socios, también tiene importancia el programa con el que concurren a las urnas. La experiencia de las anteriores alianzas, entre PP y Foro, enseña que funcionaron como un solo partido a la hora de votar en las Cámaras legislativas, mientras que en materia de programa, los parlamentarios de Foro fueron muy reivindicativos ante los gobiernos de Rajoy hasta el punto de poner en duda el apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. Carmen Moriyón señaló como aspectos fundamentales del programa el compromiso de finalizar las infraestructuras del Estado que están en construcción y tomar medidas para revertir el declive demográfico. El gravísimo problema del despoblamiento se abre hueco entre las prioridades de la región. Sobre este punto hay que decir que Foro es el único partido que apuesta por las ayudas económicas directas a las parejas cuando tengan un hijo.
Pablo Casado realizó una intervención sustancial, asumiendo riesgos como cuando anunció la adopción de la prisión permanente revisable para los pirómanos en el caso de que sus acciones tengan como resultado víctimas mortales. Un asunto de absoluta actualidad en Asturias. Para dar un aire de trascendencia al pacto, dijo que «la reconquista del constitucionalismo y la concordia empieza hoy en Asturias». Pudiera parecer una expresión retórica, pero sirve para explicar la estrategia de Casado al buscar un frente con todos los partidos que tengan como norte la defensa del orden constitucional y se nieguen a llegar a pactos con los independentistas catalanes. Casado está dispuesto a dar la batalla electoral sobre la base de los principios. Mientras Pedro Sánchez confía en la fuerza de los decretos ley que aprueba en las reuniones de los Consejos de Ministros de los viernes, el líder de la oposición utilizará como argumento los mandamientos de la Constitución: la Nación española, patria común e indivisible de los españoles.