En el programa electoral de la coalición PP-Foro figura que el tren de alta velocidad llegue a Asturias por doble vía de ancho europeo, con el objetivo de reducir el tiempo de viaje de Madrid a Gijón. Esta propuesta es rechazada por el resto de partidos (PSOE, Podemos, IU y Ciudadanos), argumentando que ese proyecto comportaría un nuevo retraso para la terminación de la variante. Es preciso añadir que el Gobierno de Pedro Sánchez decidió que un túnel de la variante estuviera equipado con vías de ancho ibérico, mientras que el otro tuviera triple carril (en argot, ‘triple hilo’) para que pudiera ser utilizado por mercancías y pasajeros. De esta forma el Gobierno socialista satisfacía las pretensiones del Principado, dejando en papel mojado los acuerdos alcanzados por el Gobierno de Rajoy con Foro que recogían la implantación de vías de ancho europeo, también llamado ancho estándar o ancho internacional. Concluyamos: si cambiar el plan de Sánchez por el de Rajoy supone un retraso, lo mismo ocurrió cuando se cambió el plan de Rajoy por el de Sánchez.
El debate asturiano sobre el ancho de vías no tiene equiparación en ninguna otra comunidad autónoma. Los trenes de alta velocidad surcan casi toda la geografía española sin que los partidos de las distintas regiones se tiren los trastos a la cabeza por la separación que hay entre las vías. Como al hablar de estas cosas se suele sacar a colación las bobinas de nuestra siderurgia, como ejemplo de carga que se transporta hacia la Meseta, habrá que recordar que no somos los únicos, ya que en todas las regiones se producen mercancías destinadas a venderse en otros territorios.
En nuestra cuota de papanatismo está incluida la consideración de catalanes y vascos como tipos especialmente industriosos, exportadores y campeones del mercado. Pues bien, en el Corredor del Mediterráneo, todos los puertos (catalanes, valencianos, murcianos, andaluces) están conectados por vías de ancho internacional con la red ferroviaria. Imagino que de esos puertos saldrán mercancías pequeñas, medianas, grandes y gigantescas. Por otra parte la famosa ‘Y’ vasca que conecta por alta velocidad las tres capitales vascas entre sí y con Madrid –la obra pública más cara de la historia en el País Vasco–, con casi dos terceras partes del recorrido en forma de túneles, estará equipada con vías de ancho internacional. A ver si dejamos las discusiones metafísicas para los escolásticos y nos damos prisa para coger el tren.