Continúa la especulación en torno a qué afiliado o afiliada (más bien, afiliada) heredará el cetro del PP asturiano que estaba en manos de Mercedes Fernández. La lideresa se vio impelida a dimitir por las presiones de Génova y parece que negoció una salida provechosa, como futura candidata a un escaño de las Cortes Generales. No se sabe si irá al Congreso de los Diputados o al Senado. En realidad, no hay certeza de que vaya en alguna de las dos listas, pero desde la dirección del partido aluden a ello sin concretar. De diputada estaba feliz Mercedes Fernández formando parte de la mayoría absoluta que había sacado Rajoy en las elecciones generales del 20 de noviembre de 2012, pero el máximo líder le dijo que tenía para ella reservado otro papel y aterrizó en Asturias prometiendo combatir al Partido Socialista y al final fue el ángel de la guarda del Gobierno de Javier Fernández: la primera dirigente popular que aprobó en Asturias el presupuesto del Gobierno socialista, demostrando arrojo para respaldar, incluso, el último de la legislatura, cuando faltaban unos meses para rendir cuentas en las urnas. Cherines fue una precursora de la cultura política de pacto, que tanto se echa de menos ahora en España y reivindica desde la sede de UGT, Íñigo Errejón.
Con Cherines buscando el billete para el escaño, la mirada se dirige hacia el sillón que dejó vacío en la sede regional. Sumando declaraciones, gestos y silencios, se abre paso la hipótesis, Paloma Gázquez, miembro del Congreso de los Diputados hasta que Pedro Sánchez disolvió las cámaras, y ex concejala del PP en Oviedo en la etapa de Gabino de Lorenzo. La ingeniera ovetense puede ser la tercera vía que aporte tranquilidad y mesura al PP regional. Siempre que en política se ve a la tercera vía como una solución, es porque, previamente, se han explorado otras dos vías sin dar el resultado apetecido. En favor de Gázquez opera el hecho de que no forme parte de ningún bando o sector de la organización y, sobre todo, que en un momento en que todos los dirigentes asturianos estaban con Cospedal o Sáenz de Santamaría, ella tuvo la valentía de ponerse públicamente del lado de Pablo Casado. En política, ese gesto antes de un congreso tiene un valor enorme. Fijémonos cómo Adriana Lastra, en el PSOE, es la número dos del partido y portavoz parlamentaria por haber dado la cara por Pedro Sánchez cuando otros se ponían de perfil. A lo mejor Casado se da cuenta ahora de que tenía cerca la solución para Asturias.