El programa del PSOE ya lo dio a conocer antes de las elecciones del 28-A, como el resto de líderes políticos. Para esta nueva cita ha redactado una nueva oferta concretada en 370 puntos que no difiere de la propuesta presentada en primavera. Ni España ni Asturias han cambiado desde entonces. Por esta tierra seguimos pendientes del estatuto para las industrias electrointensivas, del calendario que se observe para llevar a cabo la descarbonización del modelo energético, de las medidas para hacer frente al declive demográfico y de la reforma del sistema de financiación territorial. Pedro Sánchez volvió a decir que el empleo que se pierde en las cuencas mineras por cierre de térmicas y prejubilaciones de la mina se compensará con puestos de trabajo en el modelo de economía verde. ¿Se acuerdan? Aquellos famosos 200.000 millones de euros de inversión con participación de los operadores eléctricos. Fiel a su discurso de objetivos sociales, volvió a prometer la revalorización de las pensiones y el rechazo al copago sanitario. Tampoco en precampaña se puede hablar de la sostenibilidad de las pensiones. Nada de problemas, seamos optimistas, las pensiones están aseguradas, el reto es la revalorización según el IPC.

Pedro Sánchez se fotografió portando en sus manos la camiseta naranja que simboliza la resistencia de Vesuvius («todos somos Vesuvius»), rodeado de obreros. No recuerdo un gesto así de un presidente de Gobierno. Sánchez toma partido.