La negociación sobre el proyecto de presupuestos para 2020 entra en la recta final sin que se hayan despejado todas las incógnitas. PP y Vox presentarán enmiendas a la totalidad, como corresponde a grupos de la derecha que están alejados del Principado o, al menos, se esfuerzan por aparentarlo. El apoyo de IU no presenta dudas, ya que desde la sesión de investidura tomó la decisión estratégica de estar al lado de los socialistas durante este mandato, dada su debilidad parlamentaria, habiendo sido obsequiada con la concesión de grupo parlamentario propio. Las cosas pueden torcerse durante la legislatura, pero entre dos partidos clásicos de la izquierda que compartieron gobiernos autonómicos y municipales, no es probable.

La indefinición se mantuvo en Ciudadanos, Podemos y Foro. Las negociaciones son secretas, como si estuviera Esquerra Republicana por el medio, siguiendo una larga tradición en el Principado. La opacidad siempre beneficia a los gobiernos y perjudica a las oposiciones. El gobierno habla con todos, de uno en uno, siendo el único que tiene una perspectiva panorámica, mientras que el resto sólo conocen cómo va lo suyo e ignora el resto. ¿Qué más quisieran los portavoces de Ciudadanos, Podemos y Foro que saber si alguno de los otros dos grupos ya tiene atado el acuerdo? Los socialistas son los únicos que tienen una larga experiencia sobre negociaciones presupuestarias y año tras año llevan la disputa al terreno que les favorece. En esta ocasión, Adrián Barbón siguió la táctica de explicar las cuentas y hacer pequeñas concesiones, sin forzar el diálogo, en espera de que los tres grupos compitan entre ellos por el escaño que le falta al Gobierno para tener mayoría absoluta. Daniel Ripa dijo que el Gobierno debe elegir socio, invitando a Barbón para que opte entre el centro-derecha, Ciudadanos y Foro, o por la izquierda. La misma disyuntiva que le planteó Iglesias a Sánchez en el invierno de 2016 y, al final, se tuvo que limitar a votar con el PP en contra el pacto de Sánchez y Rivera. Tres meses más tarde perdía un millón de votos.