Debate parlamentario largo e interesante en el Congreso de los Diputados. En los discursos continúa vigente la división de la Cámara en dos bloques; sin embargo, en la trascendente votación sobre la prórroga del estado de alarma, el Gobierno de PSOE-Unidas Podemos perdió el favor de sus aliados independentistas, pero recibió el respaldo del PP y Ciudadanos. Eso no fue óbice para que el presidente del Gobierno fustigara a la oposición de derechas mientras agradecía a Gabriel Rufián su intervención. Con virus y sin virus, los independentistas catalanes tienen un poder en la política española muy por encima de los votos que recibieron de los ciudadanos.
Cumplida la finalidad de dar luz verde a la segunda prórroga, lo más reseñable de la extensa sesión parlamentaria fue la recuperación de la pluralidad que había quedado diluida tras la forma ‘sui géneris’ que tiene el Gobierno de utilizar el estado de alarma. Con toda la población confinada en sus casas, los ‘fontaneros’ de la Moncloa entendieron que estaban ante la ocasión histórica de someter a 47 millones de españoles a diarias sesiones de hipnosis, en horario de mañana y tarde, y los ministros se pusieron a la labor. La pandemia explicada desde el optimismo del Gobierno que lidera la cruzada contra el coronavirus en Europa y no ha cometido ningún error. Tres semanas de discurso unilateral sin precedente en la democracia. En el debate parlamentario hubo acuerdos y desacuerdos, y resultó reconfortante ver las aportaciones que hacían diputados de diferentes partidos sobre las medidas económicas del Ejecutivo. Hasta Felipe González, que ya vio de todo en política, insistió en sus dos últimas intervenciones públicas que el Congreso de los Diputados debía recuperar la actividad habitual. Me parece irritante que la crítica a las actuaciones del Gobierno quede reducida a las redes sociales por no poder expresarse en las instituciones. No debe regularse por ley las comparecencias televisivas de los ministros, pero en la mesura y el buen juicio de los gobernantes está saber actuar con moderación, a sabiendas de que de cada dos personas que les escuchan una está a favor y otra en contra, así que deben darles la oportunidad de contrastar con otras visiones. El Congreso de los Diputados no puede quedar hibernado.
Pedro Sánchez dijo que va a tratar de reeditar los Pactos de la Moncloa. Cuando se firmaron el presidente tenía cinco años. Con la ventaja que da la edad, le vamos a adelantar algunas reflexiones.