Los dirigentes de Foro asumen la responsabilidad de expulsar al vicepresidente de la formación. Hasta ahora evitaban tomar esa decisión y ponían en manos de los servicios jurídicos del partido la posibilidad de emprender actuaciones legales. Una forma de conducirse completamente atípica porque en todos los partidos los indicios de actuaciones irregulares de sus dirigentes se sustancian con medidas disciplinarias: Javier Fernández expulsó a José Ángel Fernández Villa a las pocas horas de saber que se había acogido a la amnistía fiscal y el Soma hizo lo propio con su legendario líder. Primero respuesta política, luego ya habrá tiempo para que acusaciones particulares y fiscales hagan su trabajo. La Comisión Directiva de Foro abandona el extraño experimento de dar a conocer públicamente las presuntas ilegalidades y no sacar las conclusiones pertinentes.

Álvarez-Cascos ya tomó medidas legales contra dirigentes de Foro, así que se verán en los tribunales en más de una ocasión, intercambiando los papeles. Según el político gijonés, las medidas contra él constituyen un intento de ocultar el giro político de Foro como muleta del Gobierno socialista y favorable a la oficialidad de la llingua. La dirección de Carmen Moriyón debe trabajar en los dos frentes, el judicial y el político, clarificando la postura del partido ante el Gobierno y la oficialidad. En estas circunstancias la inhibición o la ambigüedad se volverían contra ellos. Parece que aprendieron la lección.