La presidenta de la Federación Asturiana de Concejos (Facc) recuerda que el pasado 5 de mayo la Comisión Ejecutiva del órgano que preside acordó por unanimidad que el superávit de los ayuntamientos y el remanente (la acumulación de los superávit habidos en los distintos ejercicios) se pueda destinar a financiar inversiones y gasto corriente. El acuerdo fue el resultado de la reflexión de los alcaldes asturianos para activar la economía municipal en el marco de la reconstrucción económica del país. Cecilia Pérez Sánchez asegura que solo se siente comprometida con esa resolución. La presidenta de la Facc desconoce en qué términos está negociando Abel Caballero, como presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), con el Gobierno la utilización del remanente y pide prudencia hasta que se cierre la negociación y pueda verse el contenido del pacto. No obstante, Pérez Sánchez es consciente de la polémica que ha levantado en los consistorios.
Como estamos ante un Gobierno débil, necesitado de múltiples y contradictorios apoyos, puede suceder cualquier cosa. Entiendo por tal alcanzar un pacto y desdecirse en menos de 24 horas. No hablo de una posibilidad, sino de una realidad: tras acordar con Bildu, en el Congreso de los Diputados, la derogación íntegra de la reforma laboral, unas horas más tarde el Gobierno negó haber llegado a ese acuerdo. De la misma manera el consenso alcanzado en torno al uso del remanente, entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y Abel Caballero, puede quedar en agua de borrajas.
Recurrir a explicaciones técnicas inverosímiles, como ha hecho la ministra, pretextando que no puede permitir gastar el remanente a los ayuntamientos porque incurrirían en exceso de déficit público, es completamente absurdo ya que no es posible aumentar el déficit a base de gastar lo que sobra. La base argumental del pacto Montero-Caballero, es ilusoria. Lo único cierto es que el acuerdo favorece al Gobierno, que gestionará un capital fruto del ahorro de los ayuntamientos. Si los alcaldes presionan se viene abajo el trampantojo. Abel Caballero quedaría en una posición muy delicada, como presidente de la FEMP, si los ediles ponen blanco sobre negro. Ya en 2017 llegó a un pacto increíble con el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al decidir que se podía gastar el superávit en objetivos que estaban bajo la competencia del Estado. Espero que una mayoría de alcaldes impida el abuso.