El reparto territorial del fondo COVID, dotado por el Gobierno central con 16.000 millones de euros, ha puesto en pie a los presidentes autonómicos de los distintos partidos. El Ejecutivo ha distribuido la primera parte del fondo (6.000 millones) destinada a paliar los gastos extraordinarios realizados por las comunidades para hacer frente a la pandemia. Se han tomado como criterios para ponderar el esfuerzo sanitario los ingresos en las UCI, las hospitalizaciones, las pruebas PCR realizadas (al principio solo se tenían en cuenta los test que dieron resultado positivo; una consideración absurda que fue corregida por la petición del Principado de valorar el número total de test hechos, con independencia del resultado) y la población protegida (envejecimiento, dispersión de la población, etc.). Es evidente que se pueden añadir otros criterios o se pueden ponderar de distinta manera cada uno de los citados, pero es una propuesta seria, no parte del capricho ni de la preferencia partidaria.

A la hora de hacer el reparto a Madrid le tocaron 1.495 millones y a Cataluña, 1.264. Entre las dos regiones casi se llevan la mitad del fondo. El hecho de que Madrid sea la más beneficiada indica que no se hizo un reparto sesgado, porque las relaciones entre los gobiernos de Pedro Sánchez y de Díaz Ayuso no son idílicas, precisamente. La mayoría de los líderes autonómicos ha protestado, empezando por la Generalitat catalana que cuantifica en casi 5.000 millones el gasto extra. Torra quería llevarse todo el fondo para Barcelona, como si el resto de regiones no sufriesen la pandemia. Hay que aceptar que las 17 comunidades autónomas gastaron más en la lucha contra el coronavirus de los 9.000 millones que aporta el Gobierno (6.000 ahora y 3.000 en noviembre), pero se trata de una ayuda importante que palía en gran medida los estragos producidos en las cuentas regionales. El Gobierno central no gestiona la sanidad, pero por responsabilidad aporta 9.000 millones, y otros 7.000 para compensar la caída de ingresos tributarios y los gastos extra en educación. Yo creo que hay muchos motivos para criticar la gestión de Sánchez, pero entre ellos no está el reparto del fondo COVID.