El Principado quiere consensuar con las regiones del Noroeste los proyectos que se presenten para recibir financiación europea. Cada comunidad autónoma trabaja con sus propias ideas, pero si las prioridades guardan semejanza es más fácil que haya recursos para determinadas actividades. Dos ejemplos. Asturias y Galicia están interesadas en hacer viable la industria electrointensiva. El sector del aluminio tiene dos plantas en Galicia, una de ellas la más importante de España, y en Avilés hay una tercera. Las tres factorías están vinculadas a Alcoa, con lo que eso supone de incertidumbre para el presente y el futuro.
Una iniciativa conjunta, de los gobiernos asturiano y gallego, podría facilitar la captación de fondos de la UE. Otro caso es el cierre de las centrales térmicas, tras la clausura de las explotaciones carboneras. Asturias y Castilla y León están afectadas por esa problemática y aspiran a recibir financiación del Fondo para la Transición Justa. La presentación de proyectos relacionados con el cambio de modelo energético haría más visibles las demandas de España. Aunque el primer reparto del Fondo de la Transición Justa fue muy desfavorable para los intereses españoles, al beneficiar claramente a Polonia y Alemania, hay todavía margen para captar recursos.
El Noroeste español (Asturias, Galicia, Castilla y León) sufre el grave problema de la despoblación. Otras regiones del Norte, como el País Vasco, Cantabria o La Rioja también conocen el declive demográfico, aunque no tan intensamente. En Asturias se hablaba mucho de ello en los dos últimos años hasta que llegó el coronavirus y se convirtió en la gran prioridad, concentrando toda la atención política, social y mediática sobre él. Desconocemos cuándo se normalizará la situación, pero sí sabemos que tras la pandemia la despoblación de gran parte del territorio de Asturias, Lugo, Orense, León, Zamora, Salamanca, etcétera, habrá aumentado.
Recibir financiación europea para combatir el declive demográfico es una necesidad ineludible. No es posible mantener el territorio tal como lo recibimos de las anteriores generaciones si la población disminuye y se concentra en la principal área urbana (Gijón, Oviedo, Avilés, Siero, Llanera). Hay que saber aprovechar las oportunidades. Los 140.000 millones de euros del Fondo de Recuperación asignados a España constituyen una ocasión única. Hace falta altura de miras y rigor en las propuestas para invertir la tendencia.