Una vez conocido el sobreseimiento de la causa que se seguía en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) contra los concejales del Ayuntamiento de Aller, del mandato 2007-2011, por prevaricación administrativa al haber cedido una finca para que se construyera el macrogeriátrico de Felechosa, Alfredo Canteli declaró que «tenía la seguridad de que esto no podía acabar de otra manera. Teresa Mallada hizo un recorrido político enorme y este auto marca un antes y un después». Como en tantas otras actuaciones judiciales, el auto del TSJA hace de parteaguas, dejando a un lado los interrogantes abiertos sobre Teresa Mallada, como sobre el resto de ediles alleranos de aquel mandato, y abre la puerta a la asunción de nuevas responsabilidades políticas.

El alcalde de la capital debutó en política en un acto en un céntrico hotel ovetense, acompañado de Pablo Casado y Teresa Mallada, cuando faltaban cuatro meses para las últimas elecciones autonómicas y municipales. El presidente nacional del PP los presentaba como aspirantes a la Presidencia del Principado y a la Alcaldía de Oviedo. Mallada venía de presidir Hunosa y Canteli de dedicarse a actividades de la sociedad civil. Desde entonces la sintonía entre ellos es plena y en la práctica constituyen el único eje de fuerza consolidado para militantes, simpatizantes y votantes del PP.

La gran tarea aplazada que tiene el PP regional es la ocupación del vacío dejado por la marcha de Mercedes Fernández y de Venta Cueli, como presidenta y secretario general, respectivamente. Hace casi un año que ‘Cherines’ aceptó la oferta de Génova de abandonar el liderazgo interno para ocupar un escaño en el Senado. Unos meses antes había rechazado la misma invitación. El conflicto de Venta Cueli está pendiente de resolver en un juzgado de Madrid. El vacío de poder lo puede resolver Génova por la vía de las designaciones directas, aunque lo más lógico es que hubiera un congreso regional, ya que él último se celebró hace tres años y medio. Como en el PP hay mucha afición a las designaciones a dedo, es muy probable que se inclinen por ese método. De un día para otro, problema resuelto. El PP es un partido diezmado desde la escisión de Foro y con una estructura territorial muy debilitada, en la que solo sobresale la Alcaldía de Oviedo. Si Mallada resulta designada como presidenta regional tendrá ante sí una doble tarea: revitalizar las juntas locales y liderar una oposición parlamentaria que está desvaída y fragmentada.