La consejera de Hacienda explicó el impacto económico causado por la pandemia en las cuentas del Principado. El gasto público (sanidad, educación, servicios sociales) ha aumentado en 180 millones de euros, mientras que los ingresos disminuyeron en 154. Si sumamos lo que se gastó de más y lo que se ingresó de menos nos encontramos con que el agujero en los presupuestos regionales es de 330 millones. La Comisión Europea permitió al Principado dedicar 60 millones del Fondo Europeo de Desarrollo Regional a financiar la lucha contra el virus, pero la ayuda más importante son los 280 millones del Fondo COVID transferidos por el Gobierno central para sanidad y educación. Expuestas las cifras, Ana Cárcaba considera que el Gobierno debe flexibilizar las reglas fiscales. Imagino que su demanda será atendida porque la senda de déficit se fijó antes de que estallase la crisis sanitaria. La consejera estima que el Estado tiene que poner el dinero que les falta a los gobiernos autonómicos para cuadrar las cuentas, señalando que el camino acertado es la negociación de un nuevo modelo de financiación autonómica, para que las regiones reciban una cantidad «suficiente» para atender sus necesidades. Está segura de que el Gobierno de España seguirá este camino.
Dos cosas, una de números y otra sobre las soluciones a implementar. Si el agujero que causó la pandemia son 330 millones y Pedro Sánchez nos da 280, resulta que al final tendremos 50 millones de números rojos. El Principado decidirá si recurre a aumentar el endeudamiento u opta por revisar la lista de gastos. No sé si se podrá podar tanto el árbol del gasto corriente a estas alturas del ejercicio, pero estoy convencido de que si se tiene una voluntad firme de ahorro, no hará falta endeudarse en otros 50 millones.
Se percibe que Ana Cárcaba es una persona entusiasta y optimista, quizás porque su incorporación a la política es reciente. El Principado puede aspirar a poner parches en las cuentas, pero soñar con un nuevo modelo de financiación autonómica que deje satisfecho a las 17 regiones es una quimera. Nunca ocurrió. Recuerdo cuando las comunidades socialistas (Andalucía, Extremadura, CastillaLa Mancha) rechazaron el modelo de financiación que ofrecía el Gobierno de Aznar, y a la vista de todos está que el modelo negociado por Zapatero empobreció a algunas regiones (Valencia). En plena crisis económica lograr satisfacer las demandas autonómicas equivaldría a actualizar el milagro de los panes y peces.