>

Blogs

Juan Neira

LARGO DE CAFE

TRES GRUPOS EN CRISIS

El debate en la Junta General del Principado está a la espera de lo que depare la negociación de los presupuestos regionales de 2021, dejando que sea la vida interna de los partidos la que suministre novedades.

Cuando se cumple el primer tercio de la legislatura, tres de los siete grupos parlamentarios están en crisis. Foro, Ciudadanos y Podemos tienen a sus diputados alineados en dos bandos. Están más pendientes de lo que hacen o planean sus compañeros de escaño que de la gestión de Adrián Barbón.

En estos momentos, la situación interna es inestable, registrándose empates a escaños en Foro y Podemos, mientras que en Ciudadanos hay una mayoría por la mínima, 3-2, de oficialistas sobre críticos. Es interesante subrayar que en las pendencias internas la actividad parlamentaria está ausente o tiene un papel mínimo, constituyéndose en simple disculpa para discrepar, dividir, censurar.

Foro

A los seis meses de las elecciones, las llamas prendieron en la casa de Foro. El conflicto se desató en la dirección del partido, con la dimisión de Álvarez-Cascos como vicepresidente para quedar en simple vocal. El aparato del partido se aseguró el control de la directiva con una política de altas y bajas que trajo como novedad la entrada de líderes asturianistas en la dirección.

Con la incorporación de los refuerzos el aparato fichó un portavoz con suficiente temple para realizar la proeza de atreverse a criticar a Cascos. Por esa vía conoció la opinión pública los usos crematísticos del fundador.

Con solo dos diputados (Adrián Pumares y Pedro Leal), Foro logró formar grupo parlamentario gracias a la magnanimidad del Principado. El minúsculo grupo no tardó en convertirse en caja de resonancia de la bronca en la dirección. Pedro Leal fue expulsado de Foro, aunque sigue compartiendo local, mobiliario y herramientas con Adrián Pumares. En ausencia de un protocolo, la gestión de la fotocopiadora del grupo resulta conflictiva.

La solución a la crisis interna llegará vía sentencia judicial. Si el juez le da la razón al aparato, Cascos tendrá que asumir una pesada carga financiera, mientras que, si el fundador sale libre de culpa, podrá tener la satisfacción de recoger los despojos de la batalla.

Desde la perspectiva parlamentaria, Foro se transformó en dos grupos unipersonales para lo que queda de legislatura. Uno (Pumares) podrá colaborar en la gobernabilidad de la región, mientras que el otro (Leal) ejercerá de oposición pura y dura.

Ciudadanos

Ciudadanos quedó dañado en la pasada negociación del presupuesto, cuando el acuerdo con Adrián Barbón quedó reducido a papel mojado por imposición de Carlos Cuadrado, número dos de Inés Arrimadas. Al parecer, la denuncia del pacto procedió de un cargo público del PP, que picó a la puerta de Ciudadanos para evitar los pactos transversales. De resultas del enredo, Laura Pérez Macho, portavoz de Ciudadanos en la Cámara asturiana, quedó desautorizada tras haber negociado el pacto.

Cuadrado no quiso dejar el trabajo a medias y hace unas semanas descabalgó a Pérez Macho de la portavocía en la Junta. En Andalucía hizo un trabajo de orfebrería para que Fran Hervías, el implacable responsable de Organización de Ciudadanos en tiempos de Rivera, obtuviera un escaño en el Parlamento andaluz tras haber declarado que abandonaba la política.

Cuadrado y Hervías eran hombres de máxima confianza de Rivera. Ahora están con Arrimadas. Son capaces de flotar en medio de la corriente. En todo superviviente anida el gen del depredador. El grupo parlamentario en la Junta está divido en dos: tres diputados se alinean con el aparato de Madrid y los otros dos mantienen la tesis del viaje al centro, que hoy lidera Arrimadas, pero paradójicamente gestionan los estrategas de la coalición de derechas. La contabilidad y la informática están en sus manos. Quiero decir que tienen el poder del partido.

Podemos

Los cuatro diputados de Podemos llevan meses echando un pulso por parejas. Daniel Ripa y Lorena Gil, como representantes del sector mayoritario de la organización asturiana, frente a Rafael Palacios y Nuria Rodríguez, sector alternativo.

Ante la inocente propuesta de Ripa de iniciar la reforma del Estatuto de Autonomía para hacer frente con mejores herramientas a la emergencia sanitaria (a falta de una novedosa y cara vacuna, siempre se puede echar mano del Estatuto que es un medicamento genérico), Rafael Palacios hizo unas declaraciones demoledoras, considerando «miserable» la actitud de Ripa. Una salida de tono tan estridente demuestra que se ha pasado de los desencuentros a la ruptura.

Muy significativa fue la réplica de Sofía Castañón, criticando a Ripa, porque sitúa el mapa de alianzas. De toda Asturias, solo Castañón forma parte del círculo de élite de Galapagar. Palacios tiene las espaldas cubiertas por Pablo Iglesias. El macho alfa nunca perdonará a Ripa que haya sido una de las pocas voces críticas que se levantaron en el partido morado contra la compra de su dacha.

Ripa se hace fuerte en el Consejo Ciudadano, órgano de dirección de Asturias, mientras que los alternativos necesitan que se implique Madrid en la gresca.

Los tres grupos en crisis comparten la fragilidad de todo lo pequeño. Solo en las organizaciones fuertes la discrepancia no implica división y ruptura. Para jugar a la democracia hay que ganar tamaño.

Temas

por JUAN NEIRA

Sobre el autor