El Gobierno ha iniciado los contactos para negociar los presupuestos de 2021. Primero tuvo lugar la entente entre PSOE y Unidas Podemos. Ahora debe atar el acuerdo con los grupos que apoyaron la investidura de Sánchez. El jueves se celebrará el pleno dedicado a las enmiendas a la totalidad, así que en menos de una semana tiene que haber asegurado el voto favorable de 176 diputados. Hoy termina el plazo para registrar las enmiendas. Se espera que las presenten el PP, Vox, Coalición Canaria, JuntsxCat, y que las apoyen UPN y Foro (Oblanca). No reúnen los escaños suficientes para tumbar las cuentas.
ERC no se sumará al rechazo abriendo la puerta a la aprobación de los presupuestos. El PNV, tampoco. Es habitual que los vascos tengan una posición constructiva, porque se centran en la tajada que van a sacar. En cuanto logran el botín vuelven a la oposición. El 24 de mayo de 2018 aprobaron los presupuestos de Rajoy. Tuvo que poner el ministro de Hacienda 3.300 millones de euros encima de la mesa. La prensa de Madrid tituló, “El PNV salva la legislatura». El día 30 acordaron con el PSOE la moción de censura que tumbó al Gobierno. Gente de palabra. ¡Qué pedazo de estadista está hecho Aitor el del tractor!
Ciudadanos no presenta enmienda a la totalidad. La estrategia de Arrimadas de llevar al partido naranja al centro va a tener un coste tremendo. Cuando inició el viaje a la moderación, negociando las prórrogas del estado de alarma, ERC votaba en contra y Ciudadanos se convertía en socio de referencia. Ahora ERC pacta con el PSOE poniendo como condición la exclusión de Ciudadanos. Arrimadas insiste en negociar, mientras ERC, su principal rival en las elecciones catalanas, acuerda con el PSOE que el castellano deje de ser lengua oficial del Estado. La lideresa tiene que comprender que su apuesta era sensata, pero no se puede hacer en contra de la esencia del partido.