El pleno de la Junta General del Principado rechazó las enmiendas a la totalidad presentadas por el PP y Vox. Los cinco grupos parlamentarios restantes se unieron para impedir la devolución de las cuentas. En realidad fueron cuatro grupos y medio, porque los dos diputados de Foro votaron en sentido opuesto, Adrián Pumares en contra de las enmiendas y Pedro Leal a favor.
Lo más reseñable del pleno fueron las pullas y ataques entre los grupos del centro-derecha. En el actual mandato, las desavenencias se dan en esa parte del espectro ideológico, mientras que en la izquierda ha desaparecido la tensión que hubo durante cinco años entre PSOE y Podemos. Ignacio Blanco (Vox), que no da puntada sin hilo, pedía al PP que dejara de flirtear con el Gobierno socialista si quería evitar la picadura del escorpión. Vox se presenta ante la opinión pública como el único partido que no entra en transacciones con los socialistas. El PP, por su parte, cargó contra Ciudadanos y Foro por ser cómplices de unas cuentas que suponen «una oportunidad perdida». Por Ciudadanos salió a hablar Sergio García, que no es el portavoz; las decisiones internas en este grupo son difíciles de entender. Quitan a la portavoz, porque no les gustaba, y nombran a otra diputada en su lugar; llega el debate más importante del año y sale a hablar otro diputado. En cuanto a Foro, Adrián Pumares devolvió las críticas al PP por pedir exclusividad en la negociación y, luego, desaparecer.
En la izquierda, Ángela Vallina (IU) destacó el «corazón social» del presupuesto; Daniel Ripa (Podemos) señaló la necesidad de aportar certidumbre a la población, y aún tuvo tiempo para atacar a Ciudadanos. La mejor intervención del pleno fue la desarrollada por Dolores Carcedo, portavoz del PSOE, con un ataque demoledor al PP, muy bien estructurado. Parece que le gusta más la política que cuando era consejera de Hacienda.