Paloma Gázquez, cabeza de lista del PP en Asturias en las últimas elecciones generales, realizó un balance del primer año del Gobierno de Pedro Sánchez, con especial referencia a las cuestiones relacionadas con nuestra región. Este tipo de resúmenes o balances se hacen siempre desde las coordenadas del propio del partido, así que no es de extrañar que se deslicen algunos juicios demagógicos. Ejemplo: los Presupuestos Generales del Estado «son francamente malos para Asturias». En la inversión per cápita resulta que Asturias ocupa el quinto lugar, con 370 euros, por detrás de Murcia, Cantabria, Extremadura y Aragón. Digamos, de paso, que Cataluña recibe 260 euros por habitante y el País Vasco, 232. La inversión del Estado en Asturias aumenta en más del 50% con respecto al último presupuesto del Gobierno de Rajoy.

La diputada popular destaca el papel nocivo para la región jugado por la vicepresidenta, Teresa Ribera, «su política ataca nuestra base productiva». Es cierto, el fundamentalismo ecológico de la vicepresidenta supone el cierre en un plazo récord de las centrales térmicas y está en la raíz de la falta de comprensión del Gobierno hacia nuestra industria electrointensiva. De todos nuestros problemas, solo se sintió conmovida ante el varamiento de 17 ballenas (calderones) en Carreño.

Gázquez afirma que «Asturias no está en posición de fuerza ante el reparto de las ayudas europeas». No es ninguna novedad, es una constante a lo largo de la etapa democrática. Asturias carece de instrumentos para tener una posición relevante con respecto al resto de regiones. Solo tenemos un potencial de 970.000 electores. Tampoco tienen una posición de fuerza Cantabria, La Rioja o Murcia, por citar otras comunidades uniprovinciales. Para Gázquez, una de las razones que impiden que Asturias sea escuchada en Madrid reside en que Adrián Barbón sea «sanchista». Es una forma original de analizar, porque Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, es mucho menos escuchada que Adrián Barbón por el Gobierno de Pedro Sánchez. Veamos nuevamente la inversión per cápita del Estado para este año, primer presupuesto aprobado por el Gobierno de la izquierda, y nos encontramos con que Madrid recibirá 187 euros por habitante. La mitad que Asturias. Solo está por delante de Canarias, Baleares y Navarra. No quiero ni pensar el tratamiento presupuestario que hubiera dado el Ejecutivo de Sánchez a Asturias si estuviera gobernada por el PP.