La salida a la palestra de Ángela Vallina (IU) para atacar al Gobierno regional por no hacer una defensa más enérgica de nuestro sector industrial es el inicio de un cambio de orientación de esta fuerza política, desde el cierre de filas con la política del Ejecutivo a mantener un apoyo crítico. La legislatura avanza y el socio estratégico del Gobierno quiere marcar distancias. Para la portavoz la situación de la industria asturiana es muy delicada y Enrique Fernández, consejero de Industria, «no está dando respuesta». Vallina recuerda que hay empresas en la cuerda floja «y no vemos resolución por parte del consejero».
Acierta la diputada de IU al expresar su preocupación por el futuro de la industria. La aprobación del estatuto de la industria electrointensiva ha sido un mazazo para nuestros intereses. Aunque hay un margen de maniobra limitado es preciso que el Gobierno central apruebe medidas que vayan encaminadas a proteger las factorías que consumen más electricidad, como Arcelor o Asturiana de Zinc, porque en caso contrario sus producciones no serán competitivas y la cuenta de resultados se teñirá de números rojos. Ahora bien, hay que recordar que la política industrial es de competencia estatal y el Gobierno de Pedro Sánchez no ha mostrado ninguna sensibilidad hacia la problemática de las grandes factorías de la región. El esfuerzo que hay que hacer es homérico y sobrepasa, con mucho, a las gestiones que pueda hacer un consejero determinado. Estamos ante una de esas cuestiones que se definen «de Estado» porque exigen de la acción conjunta de Gobierno y oposición, como bien sabe Vallina que ha sido, quizás, la diputada que más ha peleado por la creación del foro de la Alianza por la Industria. El Principado debe promover iniciativas a corto plazo, ya que la solución no se puede demorar, empezando por atender la petición del comité de empresa de Alú Ibérica (antigua Alcoa) de celebrar una reunión con el presidente Barbón y el consejero Fernández para actuar ante una situación insostenible. Los propios diputados de IU deberían hacer gestiones en Madrid, ya que su fuerza política forma parte del Gobierno de coalición, aunque no veo a Garzón rescatando a industrias que expulsan humo. Así son hoy los líderes de la izquierda española.
IU se queja de que el Principado no les informa sobre los proyectos que aspiran a financiación europea. Cuando una fuerza de oposición vota la investidura y los presupuestos, debe tener acceso a ese tipo de información.