>

Blogs

Juan Neira

LARGO DE CAFE

MENTIR CON APLOMO

La campaña electoral en Cataluña finaliza hoy. Unas elecciones en una sola comunidad autónoma, desligada del resto de regiones, tienen un protagonismo relativo con la excepción de las convocatorias en coyunturas especiales, como en el otoño de 2017, cuando los catalanes fueron llamados a las urnas a los dos meses y medio del referéndum del 1-O y estando muy reciente la aplicación del artículo 155. Más del 80% del censo fue a votar; ganó Inés Arrimadas, que entonces era algo así como una Agustina de Aragón en versión charnega.

Desde el minuto uno todos los partidos de izquierda, derecha, constitucionalistas o independentistas, pusieron a Salvador Illa en la diana. Es el gran protagonista de la campaña sin haber hecho otro mérito que haber abandonado la cartera de ministro de Sanidad para convertirse en candidato a la Generalitat. El frente del rechazo es un error mayúsculo de los partidos competidores porque lo convirtieron en el hombre del momento en Cataluña, mientras los otros candidatos eran relegados a un segundo plano, cuando no se instalaron definitivamente en el anonimato. Pese a su errática gestión en la lucha contra la pandemia, con ratios de infectados y fallecidos mucho más altos de los que cabría esperar, tiene un atractivo para los votantes tal como señalan las encuestas. El prestigio de Illa va a pasar factura a los partidos constitucionalistas, porque en Cataluña el eje que ordena el mapa político no es la división entre izquierda y derecha, sino entre nacionalistas y constitucionalistas. Los socialistas aspiran a un gran trasvase de escaños de Ciudadanos al PSC.

Los grupos nacionalistas, convertidos todos ellos en los últimos años a la fe independentista, han firmado un documento conjunto en el que aseguran que «en ningún caso se pactará la formación del gobierno con el PSC». No es la primera vez que en Cataluña se crea un cordón sanitario en torno a un partido constitucionalista. El PP lo sufrió y ahora le toca al PSC. La firma de ERC en el documento es un acto de incoherencia superlativo porque en Madrid forman parte de la mayoría parlamentaria que mantiene a Pedro Sánchez en el poder. Hay que ser muy ingenuo para creer que Pere Aragonés renunciaría a los votos del PSC si los necesitara para ser investido como presidente. Illa, por su parte, dice que «no puedo gobernar con ERC; para hacer la independencia que no cuenten conmigo». Como tampoco va a pactar con la derecha española irá de cabeza a la oposición. Está prohibido decir la verdad.

Temas

por JUAN NEIRA

Sobre el autor


febrero 2021
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728