Se ha cumplido el efecto mariposa descrito en la teoría del caos de Edward Lorenz: “el aleteo de una mariposa en oriente (Murcia) provoca una tormenta en occidente”. La decisión de Ciudadanos de cambiar de bando en la política murciana para hacerse con la Presidencia de la comunidad autónoma coaligados al PSOE (el acuerdo implica que la Alcaldía de la capital sea para los socialistas) ha puesto a prueba la estabilidad de los gobiernos autonómicos. Visto lo que ha sucedido a lo largo de la jornada se puede afirmar que había un plan del PSOE con el partido de Inés Arrimadas, o con sectores de ese partido, para revertir el sentido de las alianzas. En caso contrario no se entendería que en Madrid y Castilla y León hayan presentado sendas mociones de censura contra presidentes del PP. En Castilla y León, Ciudadanos rechazó la oferta (“que los socialistas abandonen toda esperanza”), mientras que en Madrid Díaz Ayuso tomó una decisión arriesgada que va a marcar su trayectoria política, la convocatoria de elecciones anticipadas para evitar la trampa en que cayó Rajoy: la moción de censura apoyada por sus antiguos aliados, en aquella ocasión la traición provino del PNV que unos días antes había pactado los presupuestos del Estado con el Gobierno del PP.

La primera consecuencia de la jornada es el suicidio político de Inés Arrimadas. Muy competente en el papel de Juana de Arco, como defensora de los catalanes  constitucionalistas, pero una nulidad como estratega. Esos súbitos cambios de bando, contradiciendo la voluntad de sus votantes, arruinan el capital político de un líder. Había acertado al caminar hacia el centro, pero Pedro Sánchez no le acompañó, y en las elecciones catalanas perdió el 84% de los escaños. Todavía bajo los efectos de la derrota dio ayer un salto en el vacío. Díaz Ayuso asume un reto difícil. Si en las urnas revalida la Presidencia ya tiene la derecha madrileña una digna heredera de Esperanza Aguirre, y de paso se acabará con el debate sobre la política de la derecha.

Terminada la sesión en la Junta General del Principado, Adrián Barbón hizo deliberadamente un comentario enigmático en presencia de diputados de distintos grupos. Se levantaron las especulaciones. Si yo estuviera en su lugar, tiraba de frente y de las urnas no saldrían menos de 25 escaños para el PSOE. Entre los grupos tambaleantes y los que se sienten tan sólidos como equivocados, la recomposición del voto le daría la mayoría absoluta para gobernar cuatro años difíciles.