El Principado retrasa el toque de queda y el cierre de la hostelería dentro de un juego de sombras chinescas. A primera hora de la mañana el presidente de la Fade pidió al consejero de Salud que ampliase el horario de la hostelería y que el toque de queda se fijara a las once de la noche. Tres horas más tarde, el presidente del Principado anunciaba en la Junta que bares y restaurantes estarán abiertos hasta las diez (terrazas, diez y media) y el toque de queda será a las once de la noche. Si nos dejamos guiar por las apariencias las demandas de Belarmino Feito fueron atendidas por Adrián Barbón en un tiempo récord. ¿Por qué pretendía el presidente del Principado transmitir esa imagen?

La principal patronal del sector de la hostelería (Otea) fue muy beligerante con el Principado, convocando manifestaciones y realizando duras declaraciones  por la prolongación de los cierres. Barbón quiso darle la baza al presidente de la Fade de presentarse ante el gremio de los hosteleros como gran conseguidor de mejoras para el sector, dejando en la sombra a Álvarez Almeida, líder de los hosteleros. Para entender el rebuscamiento de las sombras chinescas añadamos más información: hace algo más de un año, Feito cesó a Almeida del puesto de vicepresidente de la Fade. Almeida había apoyado a Feito para ganar las elecciones en la patronal, pero cayó en desgracia. En aquella época, Feito era muy crítico con el Principado y Almeida proponía una línea más moderada con Adrián Barbón. Para no verse atrapado entre el poder político y un sector empresarial, Feito cortó por lo sano. Nunca se explicitó la causa pero todo el mundo entendió el sentido del cese. Ahora cambiaron las tornas, Almeida critica al Principado y Feito es más comprensivo. El relato tiene algún argumento más, como las relaciones de todos ellos con el PP, pero no recarguemos la escena.  Conclusión general: qué vueltas da la vida. Conclusión concreta: Barbón explota con maestría las contradicciones en el empresariado.

Debajo de las apariencias, la realidad: Barbón cambio el horario del toque de queda y de la hostelería siguiendo la línea marcada por Pedro Sánchez, veinticuatro horas antes, con el anuncio del fin del estado de alarma y la relajación en el uso de las mascarillas. En la Junta, Barbón dijo que había que adaptarse a la situación epidemiológica del momento. De acuerdo, pero Moncloa y el Principado hacen lo contrario, crece la cuarta ola y relajan las medidas. No sé si aquí también habrá sombras chinescas.