El PP reanuda la operación de captar afiliados de Ciudadanos para su causa. Pablo Casado entiende que construir la casa común de la derecha pasa por lograr el trasvase de militantes de la formación naranja a su partido. Hace unos meses, Fran Hervías, el otrora poderoso secretario de organización de Albert Rivera, se inscribió en el PP, y desde entonces asesora a la dirección de Génova sobre el fichaje de afiliados de Ciudadanos. Con la lista de nombres y teléfonos y la ventaja que da haber tenido trato personal con todas las direcciones provinciales, lanza la caña a la espera de que los peces muerdan el cebo.
Casado y García Egea -responsable de organización del PP- han puesto deberes a Hervías y buscan, especialmente, captar a concejales y diputados para que abandonen Ciudadanos y mantengan su puesto en las instituciones apoyando las posiciones del PP. Los cargos institucionales son el gran capital de los partidos políticos, así que su fuga desangrará definitivamente a Ciudadanos, tras sufrir la deserción de los votantes. Cuando Inés Arrimadas se puso al frente del partido mantuvo al equipo que trabajaba con Rivera, de modo que Hervías tiene hilo directo con todos. Entre sus contactos están los tres diputados autonómicos asturianos que puso Arrimadas al frente del grupo parlamentario en la Junta General del Principado. Que un afiliado cualquiera cambie de partido no es muy difícil, basta con que esté desilusionado con la actuación de sus dirigentes, pero un cargo público es otra cosa, ya que muchas veces disfrutan de una vida mejor, económica y socialmente, de la que llevaban antes de ser diputados o concejales. Por ese es tan importante el manejo de la caña y, sobre todo, la calidad del cebo.
Con todos los respetos para Casado y Egea, creo que hacer del PP el gran partido de la derecha, como lo fue con Fraga, Aznar o Rajoy, pasa, sobre todo, por la captación del electorado, no por la adscripción de afiliados y cargos públicos de Ciudadanos. Tras el error garrafal cometido por Inés Arrimadas al avenirse a negociar con la Moncloa las mociones de censura en Murcia, Castilla y León y Madrid, el partido no tiene otro horizonte que la desaparición. Fichar a unos cuantos cargos públicos puede favorecer el derrumbe de Ciudadanos, pero la gente no va a votar al PP porque fulanito o menganita hayan cambiado de bando. Ayuso ganó en todos los distritos sin incorporar a Toni Cantó a la candidatura. Menos visión obtusa de aparato y mayor comprensión social del fenómeno.